Facilidad para las matemáticas y la lógica, creatividad,
sentido de la curiosidad, constancia, capacidad para encontrar
soluciones prácticas... Características todas ellas que reúne un buen ingeniero, en especial los que se dedican a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), es decir, telecos e informáticos. El programa de la Generalitat Enginycat,
cuyo objetivo era promover las vocaciones técnicas entre los
estudiantes, define de esa manera a los ingenieros TIC, una imagen que
dista mucho del estereotipo de chico introvertido, amante de los juegos
de rol, las fantasías épicas o la ciencia ficción y cuyo mejor compañero
es un ordenador con conexión a internet (o un móvil, o una tableta...).
Un cliché que se repite en series juveniles de éxito, como IT Crowd (Els informàtics,
3XL), pero que se desmorona ante la realidad: algunas de las empresas
con más éxito de los últimos años no podrían funcionar sin la
participación de los ingenieros TIC, desde Microsoft a Apple o la red
social Facebook y Google.
Las ingenierías TIC resisten mejor a
la crisis que otros sectores, según los datos de inserción laboral de
varias universidades y de la Agència per a la Qualitat del Sistema
Universitari de Catalunya (AQU), pero desde las compañías alertan desde
hace tiempo de la falta de perfiles profesionales técnicos. En las
facultades creen que la difícil situación económica ayudará a que más
estudiantes se interesen por cursar una ingeniería, dada su mayor
empleabilidad, coinciden Josep Fernández y Jesús Arriaga, vicedecano de
la facultad de Informática de la Universitat Politècnica de Catalunya
(UPC) y coordinador del Observatorio académico de la Politécnica de
Madrid (UPM) respectivamente. "Existe una falta de estudiantes y de
profesionales en el sector TIC, en España y en todo el mundo", señala
Fernández. La opinión es compartida por Jordi Serrano, director de
recursos humanos de la consultora Everis, una de las más grandes del mundo en servicios TIC, o Sebastián Muriel, de la compañía española Tuenti.
La
profesión de ingeniero TIC resiste y va en auge. Constituye una parte
nuclear de la nueva sociedad del conocimiento, pero aún no atrae lo
suficiente a los estudiantes. La matriculación en ingenierías cayó de
los 9.561 alumnos el curso 2000-2001 en Catalunya a los 7.360 en el
2008-2009. Tras ver este descenso estrepitoso, la Generalitat y las
universidades pusieron en marcha el programa Enginycat, que ha
finalizado recientemente.
Las matriculaciones se han recuperado
algo y el curso pasado ya se contó con 8.651 nuevos alumnos en las
escuelas de ingeniería, pero la cifra aún no se considera óptima. Según
datos del Centro Europeo para el Desarrollo de la Formación Vocacional
recogidas por Enginycat, en Catalunya hay unos 100.800 ingenieros,
11.000 menos de los que reclaman las proyecciones de Europa para tener
una economía basada en la sociedad del conocimiento. Si las
matriculaciones siguen como hasta ahora, se calcula que para el 2020
habrá un déficit de 12.000 ingenieros.
Y eso a pesar de las
oportunidades que abren las TIC. El último estudio sobre inserción
laboral de los universitarios de la AQU -una macroencuesta realizada el
año pasado- indica que la tasa de paro entre los ingenieros es del
7,65%, muy por debajo de la media del país. Hay otras dos disciplinas
que tienen todavía una tasa de desempleo menor (ciencias de la salud,
con un 5,11% y ciencias sociales, con 6,83%), pero los titulados en
áreas técnicas son los que presentan una mayor correspondencia entre
formación y empleo desempeñado, los que más contratos fijos y a jornada
completan consiguen y también los que más dinero ganan -se trata del
sector con menos mileuristas y más dosmileuristas-.
Fernández
explica que la bolsa de trabajo de la facultad recibe 200 ofertas de
empleo al mes, y Arriaga que la mitad de los recién titulados en TIC no
están en el paro ni un día porque encontraron trabajo antes de acabar la
carrera.
En Everis el año pasado contrataron a 1.700 personas.
En puntas de trabajo han tenido que recurrir a técnicos de Europa del
este o de Latinoamérica porque aquí no encontraban perfiles suficientes.
¿Por qué entonces el sector TIC aún atrae poco? La aparente dificultad
de estos estudios, el bajo salario comparado con otros países -como
ocurre en más ámbitos- o la imagen social son algunos de los motivos,
según un estudio de la UPC.
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