¿Alguna vez soñó con ser dueño de un pueblo francés? Su sueño ya se puede hacer realidad. En el centro del país, se puso a la venta una aldea abandonada por un precio de 300.000 euros (unos US$400.000).
Quien se acerca al pueblito de Courbefy aún puede imaginar lo que fue la vida de los que se quedaron ahí un tiempo. Con sus 19 casas, establos para caballos, piscina y pista de tenis, Courbefy fue un pueblo habitado hasta finales de los años 60, cuando se vació por el éxodo rural.Luego sucesivamente se convirtió en una colonia de vacaciones para jóvenes y en un hotel. En el 2008, la deuda de los dueños se montaba a casi 600.000 euros, por lo que tuvieron que abandonar el lugar. Hasta este año, Courbefy quedó en el olvido.
Después de tres años sin visitas y sin vida, el pueblo salió a subasta en febrero pasado. Los medios de comunicación de Francia se enteraron del caso, y la historia del pueblo fantasma salió por la televisión y en la prensa local y nacional. A partir de este momento, pareció cambiar la suerte del lugar. La noticia despertó el entusiasmo de varios particulares e inversores.
El alcalde de la zona y el banco dueño del lugar recibieron alrededor de cien propuestas para comprarlo. "Llegaron ofertas de varias zonas del planeta. Nos llamaron unos belgas, gente de varios países europeos, dos financieros de Argelia e incluso un chino de Hong Kong. Finalmente, un norteamericano propuso 330.000 euros para comprar el pueblo", le explicó a BBC Mundo el alcalde, Bernard Guilhem.
Ideas
Las personas interesadas presentaron varios tipos de proyectos. Por ejemplo, se habló de montar un nuevo hotel, abrir un centro de vacaciones o un centro especializado para jóvenes minusválidos. También mostraron interés unas familias o grupos de amigos que deseaban quedarse a vivir juntos en Courbefy."Yo no voy a decidir nada, pero lo que yo quisiera sería un proyecto para crear empleos en el municipio, aunque sean diez no más", explicó el alcalde. Con poco trabajo en la región, muchos de los que viven cerca del pueblo abandonado tienen que ir a trabajar en la ciudad de Limoges, a unos 40 kilómetros de distancia.
La subasta se llevará a cabo en mayo. Antes de conocer la suerte del pueblo, su mediatización ya ayudó. Courbefy pudo recobrar un poco de vida, ya que llamó la atención de los turistas y curiosos. Muchos vienen a visitar este pueblo situado en los bosques, a unos 600 metros de altura, cerca de las ruinas de un castillo del siglo XIII.
"Algunos días, llegan alrededor de cincuenta coches aquí a visitar. Unos sólo quieren mirar el pueblo porque lo han visto en los noticieros, ni hablan con nosostros. Pero eso no importa. Igual, la gente que vive en la zona se siente muy feliz, porque ve que sí existen personas que se interesan en el pueblo que tanto aman", opinó Guilhem.
Pase lo que pase, el alcalde sabe que la nueva vida del pueblo de Courbefy también traerá más dinero a la zona, por los impuestos que el municipio podrá cobrar. "Al final, todo tipo de proyecto nos va a gustar. Así volveremos a tener un pueblo limpio", explicó. Por el momento, los terrenos están cubiertos de vegetación.
Para todos los que viven en esta región y que la aman, lo más importante es saber que el nuevo dueño le devolverá la vida al pueblo de Courbefy, que lleva demasiado tiempo dormido.
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