La economía de Estados Unidos creó más de 200.000 trabajos este febrero, manteniendo el creciente ritmo de nuevos empleos registrados en los últimos tres meses y más allá de lo pronosticado, según el Departamento de Trabajo.
Las cifras son señal de que el país parece estar saliendo paulatinamente de la crisis y motivaron al presidente Barack Obama a declarar que la economía se "está fortaleciendo". La tendencia ciertamente favorece sus posibilidades de reelección.Algunos economistas se muestran igualmente positivos y aseguran que la recuperación avanza con paso firme. Otros, aunque reconocen que ha habido mejoría, advierten sobre los escollos que todavía yacen en el camino y no respaldan del todo las medidas del presidente.
Recuperación
Desde la profunda crisis de 2008, la recuperación económica de Estados Unidos ha estado en un vaivén de unos meses de crecimiento seguidos por períodos de estancamiento que le han restado impulso.En meses recientes, sin embargo, ha habido un paulatino pero constante ascenso en las cifras que indican una salida de entre las sombras de la recesión, especialmente en la creación de nuevos empleos.
"Más empresas está volviendo a traer sus puestos de empleo al país e invirtiendo en Estados Unidos", declaró el presidente Obama en un discurso ante los trabajadores de una fábrica de motores de avión en el estado de Virginia. "El sector manufacturero está añadiendo trabajos por primera vez desde los años 90", recalcó.
Para George Perry, analista en temas económicos del Brookings Institute, un grupo de investigación de tendencia centrista en Washington, los recientes datos sobre el empleo lo sorprendieron positivamente.
"Desde todo punto de vista la situación se ve bastante fuerte", dijo a BBC Mundo.
Perry explica que, además de los datos sobre la creación de puestos de trabajo, se debe prestar especial atención al sondeo de hogares. Este va directamente a las casas de familia y toma muestras mensuales de los que sus ocupantes están haciendo en términos de empleo; si lo están buscando, si lo encuentran, si lo buscan y no encuentran o si simplemente no buscan.
El promedio de ambos datos, considera el economista del Brookings, dan la mejor medida y, según ésta, el mercado laboral está mejorando.
"No estamos pasando por un 'boom'", subrayó, "pero la recuperación es un hecho y parece ser que es de verdad".
Hueco profundo
No obstante, las tasas de crecimiento todavía continúan bajas teniendo en cuenta que se está saliendo de una profunda recesión y hace un año y medio la economía también había empezado a repuntar hasta que tropezó y cayó a un crecimiento de casi cero, lo que provoca cautela entre ciertos observadores.
John Willoughby, profesor de Economía de la Universidad Americana de Washigton, no considera que se puede hablar de recuperación todavía.
"El crecimiento del PIB en estos momentos es de 3% y donde tiene que estar es en 5% o 6%. Hasta que no veamos esto no se puede decir que la presente tendencia es sostenible", expresó a la BBC.
Willoughby quiere ver más consumo y para eso los salarios deben aumentar. "También la industria inmobiliaria tiene que repuntar". Este sector es tradicionalmente un buen indicador del destino de la economía en EE.UU. y, en estos momentos, sigue en mal estado.
A pesar de esto, el académico coincide con George Perry del Instituto Brookings en que el gobierno de Obama debe llevarse los elogios por haber rescatado el país de una depresión y de aplicar medidas para impulsar la economía.
Medidas como el paquete de estímulo, manteniendo a flote las instituciones financieras, la coordinación entre el Departamento del Tesoro y la Reserva Federal para mantener los intereses bajos y preservar el crédito impositivo a la retención en la fuente reciben la máxima calificación de George Perry.
"Los críticos alegan que después de todas esas medidas seguimos en un profundo hueco. Pues les digo que el hueco sería mucho más profundo si no se hubieran tomado", afirmó el analista.
Aún así, hay quienes insisten en que el presidente debió tener más control sobre los gastos del gobierno.
"El gasto está al 25% del PIB cuando normalmente debería estar en 20%", comentó JD Foster, asociado del Heritage Foundation, un centro de investigación conservador en Washington. "Hay que reducir ese déficit, recortar el gasto y así impulsar la economía".
Foster cree que los resultados "moderados" de la actual economía son menores que si se la hubiera dejado sola. "Mucho de lo que Obama ha hecho ha desacelerado la economía", dijo a BBC Mundo.
"Hay medidas de austeridad buenas como recortar gastos, y medidas de austeridad malas, como subir los impuestos, y este gobierno está haciendo mucho más de lo último".
JD Foster se refiere al incremento impositivo que Barack Obama quiere aplicar a los multimillonarios y empresas multinacionales que ha generado una división partidista. Desde la perspectiva conservadora son estos quienes toman las decisiones que impulsan la economía hacia adelante y la amenaza de nuevos impuestos les restaría la motivación para hacerlo.
George Perry, por su parte, disputa ese argumento. "Los impuestos para los ricos jamás han sido más bajos y tenemos una economía endeble. En épocas de alto crecimiento económico esos impuestos siempre han sido altos. Sería muy difícil hablar de crecimiento ahora sin esos ingresos para el gobierno", asegura.
John Willoughby, profesor de Economía de la Universidad Americana de Washigton, no considera que se puede hablar de recuperación todavía.
"El crecimiento del PIB en estos momentos es de 3% y donde tiene que estar es en 5% o 6%. Hasta que no veamos esto no se puede decir que la presente tendencia es sostenible", expresó a la BBC.
Willoughby quiere ver más consumo y para eso los salarios deben aumentar. "También la industria inmobiliaria tiene que repuntar". Este sector es tradicionalmente un buen indicador del destino de la economía en EE.UU. y, en estos momentos, sigue en mal estado.
A pesar de esto, el académico coincide con George Perry del Instituto Brookings en que el gobierno de Obama debe llevarse los elogios por haber rescatado el país de una depresión y de aplicar medidas para impulsar la economía.
Medidas como el paquete de estímulo, manteniendo a flote las instituciones financieras, la coordinación entre el Departamento del Tesoro y la Reserva Federal para mantener los intereses bajos y preservar el crédito impositivo a la retención en la fuente reciben la máxima calificación de George Perry.
"Los críticos alegan que después de todas esas medidas seguimos en un profundo hueco. Pues les digo que el hueco sería mucho más profundo si no se hubieran tomado", afirmó el analista.
Filosofía económica
La táctica de Obama fue, en buena medida, de mantener el gasto público a pesar del déficit fiscal de la nación, una filosofía económica contraria a las medidas de austeridad que se han aplicado en Europa y que, al decir de algunos, tienen al viejo continente al borde de otra recesión.Aún así, hay quienes insisten en que el presidente debió tener más control sobre los gastos del gobierno.
"El gasto está al 25% del PIB cuando normalmente debería estar en 20%", comentó JD Foster, asociado del Heritage Foundation, un centro de investigación conservador en Washington. "Hay que reducir ese déficit, recortar el gasto y así impulsar la economía".
Foster cree que los resultados "moderados" de la actual economía son menores que si se la hubiera dejado sola. "Mucho de lo que Obama ha hecho ha desacelerado la economía", dijo a BBC Mundo.
"Hay medidas de austeridad buenas como recortar gastos, y medidas de austeridad malas, como subir los impuestos, y este gobierno está haciendo mucho más de lo último".
JD Foster se refiere al incremento impositivo que Barack Obama quiere aplicar a los multimillonarios y empresas multinacionales que ha generado una división partidista. Desde la perspectiva conservadora son estos quienes toman las decisiones que impulsan la economía hacia adelante y la amenaza de nuevos impuestos les restaría la motivación para hacerlo.
George Perry, por su parte, disputa ese argumento. "Los impuestos para los ricos jamás han sido más bajos y tenemos una economía endeble. En épocas de alto crecimiento económico esos impuestos siempre han sido altos. Sería muy difícil hablar de crecimiento ahora sin esos ingresos para el gobierno", asegura.
Amenazas
A pesar de las diferencias, hay una sensación general que la economía probablemente continuará su ritmo de crecimiento; moderado para algunos, más firme para otros. También hay coincidencia en que de haber un escollo, este vendrá de afuera.
"La principal y más grande amenaza viene de Europa. Allí se está desatando una recesión que no será corta ni leve", advierte JD Foster. "Europa es un socio comercial muy importante para Estados Unidos y si les va mal allá, no son buenas noticias".
John Willoughby de la Universidad Americana también considera que las exportaciones estadounidenses sufrirán con una contracción europea, así como con una desaceleración de China, de Brasil u otras economía emergentes. Pero el ve el peligro en las políticas del gobierno.
"Hay mucha preocupación con la deuda nacional pero ahora no es el momento de lidiar con ese problema. El gobierno debe invertir más y no recortar", declaró.
Por otra parte, George Perry ve la amenaza en una súbita alza en los precios del petróleo producida por la inestabilidad en el Medio Oriente.
"Eso actúa inmediatamente como un impuesto para el consumidor. Muy dañino en ambas direcciones pues sube el precio del combustible y quienes sean los que se lucran de eso no reinvierten la ganancia", concluyó.
Por ahora, sin embargo, el presidente Obama puede jactarse de los resultados positivos de la economía. El desempleo es uno de los temas más debatidos entre los aspirantes a la presidencia de EE.UU. y, con las últimas cifras, el actual ocupante de la Casa Blanca se empieza a ver mejor.
"La principal y más grande amenaza viene de Europa. Allí se está desatando una recesión que no será corta ni leve", advierte JD Foster. "Europa es un socio comercial muy importante para Estados Unidos y si les va mal allá, no son buenas noticias".
John Willoughby de la Universidad Americana también considera que las exportaciones estadounidenses sufrirán con una contracción europea, así como con una desaceleración de China, de Brasil u otras economía emergentes. Pero el ve el peligro en las políticas del gobierno.
"Hay mucha preocupación con la deuda nacional pero ahora no es el momento de lidiar con ese problema. El gobierno debe invertir más y no recortar", declaró.
Por otra parte, George Perry ve la amenaza en una súbita alza en los precios del petróleo producida por la inestabilidad en el Medio Oriente.
"Eso actúa inmediatamente como un impuesto para el consumidor. Muy dañino en ambas direcciones pues sube el precio del combustible y quienes sean los que se lucran de eso no reinvierten la ganancia", concluyó.
Por ahora, sin embargo, el presidente Obama puede jactarse de los resultados positivos de la economía. El desempleo es uno de los temas más debatidos entre los aspirantes a la presidencia de EE.UU. y, con las últimas cifras, el actual ocupante de la Casa Blanca se empieza a ver mejor.
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