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2011/07/15

En busca del mejor robot mayordomo

En el futuro, habrá robots en nuestros hogares. Harán las tareas más arduas, los trabajos más pesados y aburridos, mientras nosotros nos tomamos un trago o jugamos con nuestros hijos.
Eso es, al menos, la promesa que ventilan algunas películas, novelas y artículos periodísticos. Pero la realidad todavía no se empareja con sus dichos. Hasta ahora los únicos robots domésticos con un razonable nivel de difusión son juguetes y en un bien distante segundo lugar, ciertas aspiradoras automáticas.

Esas soñadas máquinas inteligentes, capaces de recibir a las visitas, servir canapés y lavar la ropa todavía pertenecen a la ciencia ficción.
Pero se está progresando.

Tareas domésticas

Parte de ese progreso se exhibe en la clic edición 2011 de la RoboCup (RoboCopa), que tiene lugar en Estambul, Turquía. Aunque en esencia se trata de un torneo de fútbol para máquinas inteligentes, uno de los eventos es protagonizado por robots que buscan ser los mejores en su interacción con los humanos en el hogar.
Se llama RoboCup@Home (RoboCopa en Casa) y enfrenta a máquinas creadas en laboratorios de todo el mundo.
La competencia plantea metas difíciles, porque tiene la mira en las actividades que los robots van a tener que ejecutar cuando vivan entre nosotros, dijo Sven Waschmuth, de la Universidad de Bielefeld, Alemania, quien supervisa la RoboCup@Home.
"Se trata de la interacción robot-humano y de las habilidades que tengan", explicó. "Necesitan poder comunicarse con los humanos y moverse en el entorno".
La competencia no tiene como objetivo producir una mejor aspiradora robótica. Para quienes trabajan en inteligencia artificial (AI, por sus siglas en inglés), los problemas que eso plantearía no son suficientemente interesantes o difíciles.
"Esas tareas no requieren de comunicación entre robot y humano", dijo Waschmuth. "Pero otras lo necesitan".
Son esas que tienen en su centro la interacción entre máquinas y personas las que se evalúan en las pruebas de RoboCup@Home.
"Evaluamos si el robot es amistoso y servicial, y si tiene buenos modales... ¿es capaz de mostrar el tipo de interacción natural al que estamos acostumbrados?".

Cuestión de precio

La justa se desarrolla en un despojado apartamento, con varias habitaciones, incluyendo baño, cocina, sala, lavadero y habitación.
A los robots se les permite explorar este hogar para crear un mapa "mental" del lugar y saber cómo están distribuidos los elementos que hay dentro de él (máquina de lavar, mesa, cajones, alacenas, horno de microondas), así también como los adornos: galletas, flores, zapatos, una caja de té, papas fritas y refrescos.
Muchas de las máquinas participantes utilizan una versión adaptada del sensor Kinect de la consola Xbox 360 de Microsoft.
Este ha demostrado ser muy útil para cuando los robots intentan moverse por el apartamento o buscan un objeto específico.
Xiaoping Chen, quien encabeza el proyecto clic Wright Eagle en la Universidad de Ciencia y Tecnología de China, dijo que había una razón más que hacía atractivo al Kinect: es barato.
En el pasado, sensores similares solían ser muy caros, dijo. Pero al abaratarse los componentes, aumenta la cantidad de robots.
"El precio es un factor importante si los robots van a ingresar en los hogares de todos", dijo Chen.

Robots desprevenidos

Las pruebas a las que se someten a los robots en la competencia están diseñadas para tomarlos desprevenidos y ver si pueden resolver la situación.
Por ejemplo, en una de ellas un humano le pide que le traiga una bebida de la cocina.
El robot no lo sabe, pero no hay latas de esa marca en la nevera. Cuando se encuentra con esa situación, el robot debe decidir qué hacer. ¿Tiene que tomar cualquier otra lata, aunque sepa que no es la correcta, o preguntarle a la persona qué otra bebida le gustaría?
Otras tareas ponen a las máquinas frente a esas tareas engorrosas de la vida humana, como ordenar la ropa lavada.
Para las personas, se trata de actividades fáciles aunque aburridas, pero para los robots -no entrenados en las minucias sociales y sin una historia evolutiva detrás- saber exactamente qué hacer no es sencillo.
"Hay muchas cosas que como humanos damos por sentadas", dijo Nathan Kirchner, quien encabeza del equipo RobotAssist de la Universidad de Sídney, Australia.
"Pero cuando las máquinas se ponen a hacer estas tareas nada les viene dado. Tienen que aprender todo".

Pequeños pasos

El nivel de procesamiento informático necesario para determinar qué está sucediendo y qué hacer al respecto es impresionante.
En RoboCup@Home se exhibieron diferentes formas de hacerlo.
Por ejemplo, el robot Cosero del equipo clic Nimbro, de la Universidad de Bonn, Alemania, basa la toma de decisiones en el análisis de probabilidades.
En cada situación sopesa sus opciones dependiendo de dónde se encuentra, qué se puede hacer allí y cómo estos factores se miden contra lo que le han pedido que haga.
La competencia ha demostrado avances.
Algunos robots lograron recorrer bien el apartamento, hicieron un buen trabajo a la hora de reconocer a personas e invitados y no se dejaron engañar por preguntas tramposas.
La tecnología está avanzando con velocidad, dijo Waschmuth. Tanto que cada dos años las reglas de RoboCup@Home deben revisarse porque a los robots se les vuelven demasiado fáciles los desafíos pasados.
"Lo estamos haciendo más complicado cada año", agregó.
A pesar de esto y del éxito de muchos de los robots que participan, Waschmuth cree que otras clases de robots llegarán antes a los hogares que estas máquinas-mayordomo.
Robots que ayuden a las comunicaciones posiblemente sean los primeros.
"Podrías tener un perro robot en vez de un perro real y apagarlo cuando te vas de vacaciones", sugirió.
Lo que está claro es que en el futuro se volverán más importantes los robots capaces de entender lo que queremos y ayudarnos. Eso lo muestran los datos demográficos, dice Chen.
"China, como muchos otros lugares, está pasando de tener un población que envejece a una población vieja", dijo.
"Está cambiando en forma dramática y necesitamos adaptarnos a eso".
"Queremos hacer que un robot piense como persona y viva con la gente. Así puede ayudarla", agregó.
"No pensamos en los robots como herramientas, sino como amigos".

BBC Mundo                    

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