Es sin duda el material de moda. Se piensa que pueda servir para construir chips en lugar del silicio e incluso se ha empleado para hacer altavoces planos y transparentes. Más duro que el diamante, el grafeno es una capa de átomos de carbono alineados en hexágonos entrelazados. El grafito de nuestros lápices está compuesto por capas de grafeno.
Se sabía que una capa de grafeno podía almacenar energía, pero no se había encontrado una manera práctica de conseguir que, una vez cargadas, las capas de grafeno no se unieran formando grafito. Ese es uno de los problemas que el equipo de Dan Li, de la australiana Universidad Monash, ha logrado evitar empleando agua, que provoca que dos capas del material no sólo no se unan sino que se repelan, según ha publicado en la revista científica Advanced Materials.
El grafeno con agua forma un gel que podría almacenar energía con la misma eficacia que las baterías actuales, pero se recargaría en unos pocos segundos y tendría una vida útil prácticamente infinita. "Una vez que sepamos manipular adecuadamente este material, tu Iphone, por ejemplo, podría cargarse en unos pocos segundos o incluso más rápido", ha asegurado Li a The Electronic Times.
No obstante, sus posibilidades prácticas irían más allá si realmente se logra fabricar de forma masiva al bajo precio que parecen insinuar sus componentes. Además de la electrónica popular, podría servir como batería de los coches eléctricos, reduciendo la necesidad de esperar o incluso para permitir que el sistema eléctrico pueda almacenar energía de una forma práctica y no sea necesario producir lo mismo que se consume al mismo tiempo.
Grafeno, el material más resistente
Es el material más resistente que se ha descubierto, es más duro aún que el diamante, y en un futuro podría permitir fabricar cualquier tipo de estructuras, como coches o aviones, de forma más resistente y ligera, sustituyendo a la fibra de carbono. "Se tendría que colocar un elefante, balanceado sobre un lápiz, para perforar una lámina de grafeno del espesor de una hoja de celofán", ha llegado a decir James Hone, profesor de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Columbia.
El interés que despierta quedó demostrado cuando se otorgó el Premio Nobel de Física en 2010 a dos científicos rusos, Andre Geim y Konstantin Novoselov, que fueron los primeros en obtener grafeno a partir del grafito en 2004. En 2010, este material fue tema de unos 3.000 estudios.
Libertad Digital
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