Hay que tener mucho cuidado con lo que se fotografía, y también sobre dónde se hace. Seguro que Kyle McDonald habrá aprendido esta lección tras el desenlace de su proyecto fotográfico.
El objetivo de este artista era capturar la expresión de la gente cuando se acerca a un ordenador. McDonald decidió, para ello, instalar un programa que cada minuto tomaba una foto en los ordenadores de dos tiendas Apple de Nueva York. Durante tres días en junio, según Mashable, McDonald tomó fotos a los clientes.
Cuando logró una cantidad suficiente -cada día tenía que reinstalar su programa dado que los ordenadores se reinician- publicó una selección en Tumblr. Y decidió, sin autorización, poner su programa en marcha de forma visible en los equipos de las tiendas donde realizó su experimento a modo de exposición.
Alrededor de 100 ordenadores fueron modificados en esta acción. Algo que, a medio plazo, llamó la atención de Apple dado el consumo de ancho de banda especialmente alto en dichos equipos. Aunque McDonald fue consciente de que Apple se percató de su acción, no le dio importancia hasta que cuatro miembros del Servicio Secreto de EEUU irrumpieron en su casa con una orden de búsqueda por fraude informático.
La intervención se saldó con dos ordenadores, un iPod y dos unidades de memoria flash requisados. También se le advirtió de que la compañía de la manzana se pondría en contacto con él. McDonald asegura, tras conocerse el caso, que si alguien que aparezca en su colección de fotos quiere ser eliminado, no le pondrá problemas.
Pero la cuestión principal es si ha violado alguna ley con su montaje. El autor asegura que no es así pero en todo caso insiste en que no quiere problemas y que prefiere abandonar el proyecto a enfrentarse a Apple. Aunque, eso sí, agradece que todavía le dejen entrar en las tiendas de la compañía, ya que tendrá que comprar un nuevo ordenador después de que el suyo fuese requisado.
El Mundo
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