Este lunes una delegación del Fondo Monetario Internacional (FMI) llega a Argentina para concluir un trabajo de asesoría que le fue encomendado por el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
En diciembre pasado, las autoridades argentinas invitaron al FMI a colaborar en el diseño de un nuevo Índice de Precios al Consumidor (IPC).Ver: Argentina y el FMI: ¿relaciones esquizofrénicas?
El nuevo IPC busca legitimar las cifras que provee el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) -el organismo responsable de medir la inflación- que es cuestionado por casi todos los sectores del país desde que fue intervenido por el gobierno de Néstor Kirchner (marido de la actual jefa de Estado), en 2007.
El equipo técnico del FMI estará en Argentina hasta el 11 de abril y se prevé que entregue a Fernández sus propuestas para un nuevo índice de inflación, recomendaciones que podrán –o no- ser adoptadas por la presidenta.
Pero para muchos observadores lo curioso es que la mandataria, que históricamente ha criticado al FMI, al que acusó de ser responsable por la crisis que el país vivió en 2001, haya decidido recurrir a este mismo organismo para darle credibilidad a las cifras oficiales.
¿Contradictorio?
A finales de 2005, Kirchner (quien falleció en octubre de 2010), decidió repentinamente usar reservar del Banco Central para cancelar toda la deuda que Argentina mantenía con el FMI, para así romper lazos con el organismo multilateral de crédito.Desde entonces, el gobierno argentino se ha negado a que el Fondo realice las visitas examinadoras obligatorias que forman parte del estatuto de la entidad internacional.
Poco antes de invitar a la delegación del FMI en diciembre pasado, la presidenta Fernández anunció en cadena nacional que el país había firmado un acuerdo con el Club de París para saldar su deuda, resaltando que las negociaciones se llevarían a cabo "sin la intervención del FMI".
"¿Cómo puede ser que el Fondo sea creíble para algunas cosas y para otras no?", dijo a BBC Mundo Jorge Elustondo, ex funcionario y profesor de Economía de la Universidad de Buenos Aires (UBA), quien es crítico del accionar del gobierno.
Para Elustondo, que forma parte de un grupo progresista de economistas conocido como Plan Fénix, es "lamentable" y "sorprendente" que el gobierno haya decidido acudir a un organismo “que no tiene capacidad y fortalezas” como referente económico.
"Es típico del gobierno kirchnerista: dicen una cosa y hacen otra", acusó.
Un mensaje al exterior
En cambio, para el economista Abraham Leonardo Gak, director del Plan Fénix, la iniciativa del gobierno tiene una lógica clara:"La invitación al Fondo tiene una intencionalidad política, que es reponer la credibilidad de las estadísticas argentinas ante los ojos del mundo", señaló a BBC Mundo.
Para Gak, el FMI es un organismo prestigioso que -a pesar de sus detractores- aún es consultado por muchos países del mundo.
"A nivel internacional, la participación del Fondo le dará credibilidad al gobierno", consideró.
Las cifras de la polémica
Las estadísticas sobre inflación en Argentina son uno de los temas más polémicos en el país. Los datos oficiales (del Indec) aportan cifras mucho más bajas que las estimadas por las entidades privadas.En febrero, el gobierno comenzó a multar a una serie de consultoras privadas tras considerar que las cifras que brindan contienen "inexactitudes u ocultamientos" que pueden "incurrir a error, engaño o confusión".
Ver: Sanciones para quienes publiquen inflación superior a la oficial
Para las consultoras involucradas, y para la oposición, se trata de una medida que busca ocultar los verdaderos índices de inflación.
Según algunos medios de prensa en Argentina, críticos del gobierno, el informe que elaborará el FMI objetará las mediciones del Indec.
Sin embargo, en declaraciones recientes, el director para América Latina del organismo, Nicolás Eyzaguirre, evitó opinar sobre la controversia con las consultoras, afirmando que se trata de "disputas internas".
BBC Mundo
No hay comentarios:
Publicar un comentario