Es un móvil, no una cámara. Y ni siquiera alcanza la resolución de otros terminales. Pero se encuentra entre los dispositivos más usados para subir fotos a Flickr, a Facebook o a Twitter y su uso ha crecido un 325% desde el 2007, según Geekaphone. El iPhone es una de las cámaras más utilizadas para captar instantáneas y compartirlas, para immortalizar momentos en blanco y negro, color, o con efectos vintage.
De hecho, existen unas 6.000 aplicaciones para 'iphonizar' imágenes. Entre ellas, Instagram, Path o PicPlz (que también funciona en Android), que han conseguido la atención de los usuarios por su sencillez y la posibilidad que ofrecen de recuperar el efecto de la cámara Polaroid o el de la LOMO y compartirlo en Facebook, Twitter o Foursquare. En febrero, cuatro meses después de su lanzamiento, Instagram -proyecto en el que están involucrados el confundador de Quora, Adam D'Angelo, y el creador de Twitter, Jack Dorsey-, anunció que tenía dos millones de usuarios registrados que posteaban más de 290.000 fotos al día.
Una masa crítica que ahora espera conseguir Color, otra aplicación para iPhone y Android que hace poco anunció haber conseguido 41 millones de dólares de financiación de Sequoia Capital, una de las firmas de capital riesgo más conocidas de Silicon Valley. La nueva aplicación dice querer crear una experiencia “que sea realmente móvil más que trasladar al teléfono algo que ya existe en la web”. Por eso, a sus creadores se les ha ocurrido combinar la geolocalización con las fotos y los vídeos.
La idea es que los usuarios puedan compartir imágenes con otros usuarios que estén en el mismo sitio que ellos en el mismo momento, sin necesidad de perfil ni de password y sin que por ello tengan que convertirse en contactos. Douglas Leone, de Sequoia Capital, la define como una “red social instantánea” que captura “las experiencias que vives con la gente que hay a tu alrededor”.
El concepto no parece muy nuevo, teniendo en cuenta que Foursquare ya permite sacar fotos y relacionarlas con lugares concretos, si bien es cierto que la aplicación creada por Dennis Crowley está explotando más la parte de recomendaciones que la de imágenes asociadas.
El problema es que poder compartir fotos con cualquiera plantea problemas de privacidad. De hecho, según cuenta en su Twitter Chris Wysopal, jefe de tecnología de Veracode, es fácil llegar a ver todas las fotos que realiza un usuario en un lugar concreto sin tener que estar en ese lugar, con una aplicación de geolocalización falsa. Aunque, es cierto, exige un esfuerzo.
Los fundadores de Color no parecen preocupados por el tema. Avisan de que todo el contenido realizado con la aplicación es público y argumentan que “cuando se publica en la red es porque se quiere hacer algo público”. No siempre está tan claro.
La Vanguardia
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