En apoyo del programa Conflict-Free Smelter, Apple e Intel han dejado de utilizar minerales cuyos beneficios puedan ayudar a financiar guerras en países como la República Democrática del Congo.
Apple e Intel han sido las primeras en desmarcarse del comercio de minerales con el Congo, pero el año que viene se unirán otras marcas, ya que las leyes de EE.UU. obligarán a todas las empresas a presentar la información referente a la procedencia de los metales que emplean para fabricar sus productos.
De esa forma esperan identificar aquellos minerales que provengan de zonas en conflicto y evitar que con su comercio se financie a las guerrillas de esos países.
Lo cierto es que las trabas que ponen las empresas estadounidenses están afectando ya a los exportadores de minerales del Congo, que están trasladando parte de su negocio hacía el mercado asiático.
El gobierno del Congo ha intentado ganarse la confianza de las multinacionales tecnológicas norteamericanas, implantando programas que certifiquen el origen de sus minerales, pero la medida no ha sido efectiva ya que el ejecutivo ha sido acusado de estar vinculado con grupos paramilitares.
Sobre ese conflicto armado y el comercio con el coltán trataba el documental “Blood in the Mobile”, que os presentamos el mes pasado.
the INQUIRER
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