Muchas veces tomamos un avión, y escuchamos el mensaje del capitán que dice: “La torre de control nos ha autorizado el despegue”. Luego, escuchamos al jefe de cabina decir “cross check y reportar”.
Sin lugar a dudas, la industria aeronáutica es una de las que más ha avanzado en materia de seguridad, eficiencia y economía.
Cuando tomamos un avión, confiamos y esperamos en que todos los mecanismos de seguridad hayan sido revisados y previstos para relajarnos y disfrutar del vuelo.
A semejanza de la industria aérea, nuestras organizaciones también precisan controlar y coordinar.
Una forma de definir a una organización podría ser la siguiente: “la suma de sus procesos”.
En un mundo competitivo, la diferencia es una ventaja distintiva y un valor agregado.
La capacidad de adaptación a los clientes y la innovación, aun en mercados de "commodities", es el espacio en el cual las empresas encuentran la forma de diferenciarse.
De esta forma, podemos afirmar que la diferencia entre una empresa y su competencia, son sus “procesos”.
Un proceso se define como “un conjunto de las fases sucesivas de una operación”.
Dentro de una organización, podemos encontrar una gran cantidad de procesos, como por ejemplo:
• Pedidos
• Facturación
• Cobranzas
• Manufactura
• Logística
En general, todo proceso que se compone de usuarios, roles y tareas, puede ser medido, controlado y mejorado.
Las prácticas de mejoras de procesos existen desde hace décadas, entre ellas se destacan los estándares del tipo GRC, ITIL, VRM, SCOR, TOGAF, PCF, Six Sigma, Kaizen, entre otros.
¿Qué podríamos decir entonces de nuestros procesos? ¿Cómo podríamos asegurarnos de poder contar, como en la industria aeronáutica, de con una torre de control que me permita saber dónde está cada uno de mis procesos?
Las herramientas de software actuales permiten gestionar los procesos en tiempo real, de manera de poder contar con información de trazabilidad y automatización de dichos procesos, para determinar cuánto tarda cada uno, dónde se encuentra, predecir y simular escenarios.
Es primordial tener en cuenta que, cuanto mayor tiempo transcurre frente a la solución de un problema, menos opciones se tienen y mayor es el impacto negativo que dicha solución genera:
El concepto de excelencia en procesos de negocio se alcanza principalmente gracias a la adopción de las mejores prácticas de gestión de procesos, mediante el uso de estándares como BPMN (Business Process Modeling Notation), que permite el diseño y modelización, es decir, la definición del proceso y determinación de los actores sociales que participan en él; y el BPMS (Business Process Management Software), que facilita la interacción de todos los procesos y áreas de trabajo involucradas, alimentándolos con la información que necesitan.
En este sentido, las herramientas que gestionan procesos actúan como una torre de control, facilitando la toma de decisiones en tiempo real sobre aquellos procesos que afectan la performance de la organización.
iProfesional
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