Perder peso no es fácil pero, paseando por algunas farmacias y herboristerias españolas, podría parecerlo. Son muchos los productos que aseguran ser eficaces para adelgazar sin ningún ensayo clínico que lo avale. No lo necesitan, porque no se trata de medicamentos, sino de complementos alimentarios que obtienen la autorización automática de las autoridades sanitarias siempre que demuestren su falta de toxicidad.
Un estudio presentado en el Congreso Internacional de Obesidad, que se está celebrando en Estocolmo, ha demostrado que nueve de estos productos, incluyendo algunos muy utilizados y vendidos como la L-Carnitina, no superan en eficacia al placebo. Y lo han hecho con la prueba más utilizada en la medicina basada en la evidencia, el ensayo clínico aleatorio, en el que se compara el producto que se quiere estudiar con uno con la misma presentación pero sin principio activo.
Adquisición en Internet
Los investigadores dirigidos por el director del Instituto de Nutrición y Psicología de la Universidad de Gottingen (Alemania), Thomas Ellrot, administraron a 189 obesos envases con nueve suplementos alimenticios o el placebo correspondiente durante ochos semanas, a las dosis y con los consejos especificados por el fabricante. Todos los productos analizados se pueden adquirir en España en espacios físicos (farmacias y herboristerías) o por Internet.Los participantes sí perdieron peso en los dos meses que duró el estudio, pero lo hicieron por igual los que consumían los suplementos que aquellos asignados al grupo control. De hecho, los consumidores de los productos se deshicieron de entre uno y dos kilogramos y, los que tomaron productos sin principio activo, perdieron 1,2 kilogramos. El estudio de Ellrot tiene algunos puntos débiles, como el bajo número de participantes (los asignados a cada tratamiento no superaban la veintena) y su financiación por parte de una revista.
Los investigadores expusieron también el coste de los tratamientos analizados en su país. El más caro era el complejo de alginato de sodio, cuyo coste por dos meses de tratamiento ascendía a 347,76 euros. El más barato era el polvo de repollo, con un precio bimensual de 30,73 euros.
El resultado del estudio no ha sorprendido a los especialistas en obesidad. Según el jefe de la Unidad de Nutrición Clínica del Hospital Universitario San Juan de Reus, Jordi Salas, no se ha demostrado la eficacia de ninguno de estos productos pero, lo que es más importante, tampoco se han evaluado sus posibles efectos secundarios e interacción con otros medicamentos.
Salas considera el asunto especialmente preocupante porque los obesos "tienen muchas expectativas en los productos milagro" porque, entre otras razones, padecen una enfermedad "para la que existen pocas estrategias terapéuticas". De hecho, en España sólo hay un principio activo, el orlistat, aprobado para el tratamiento de la obesidad.
El especialista recuerda que varios fármacos que se estaban probando para esta patología se han desechado en las últimas fases de la investigación clínica. Algunos, incluso, se han tenido que retirar del mercado, por demostrarse efectos secundarios posteriores a la comercialización el último fue la sibutramina, retirada por las autoridades sanitarias europeas a principios de 2010.
A juicio de Salas, estudios como el presentado en Estocolmo son necesarios. "Ojalá se hicieran cada vez más para que quedara de manifiesto la ineficacia de estos productos". Como muestra, recuerda una anécdota propia: "Cuando yo era pequeño, me daban L-Carnitina para engordar. No tenía sentido entonces, como no lo tiene ahora para perder peso". Este especialista cree que este tipo de complementos "no deberían estar en el mercado" por ser "un fraude" y porque crean "falsas expectativas".
Los compuestos analizados
Poliglucosamina. El producto absorbegrasas.
No se venden como tal, pero las poliglucosaminas son una familia de fibras presente en diversos productos adelgazantes, como el chitosán. Según los fabricantes de algunos de estos productos, dichas fibras tienen un efecto saciante y ayudan a absorber las grasas que, así, engordan menos.
L-Carnitina. Metabolizar la grasa.
La L-Carnitina es una molécula presente de forma natural en el organismo humano. Según los fabricantes del compuesto como suplemento alimenticio, la L-Carnitina "aumenta la metabolización de los ácidos grasos y favorece la combustión de grasas". Cuesta unos 25 euros.
Plvo de repollo. El vegetal con mejor fama.
En España no se vende polvo de repollo, que sí se puede adquirir en páginas como Amazon por menos de diez dólares. Este vegetal está asociado también a una dieta milagro, la de la sopa del mismo nombre, que anima a consumir durante 15 días sólo dicho alimento.
Extractos de hierba. La fibra soluble con varios usos.
El konjac es una planta originaria del sureste asiático de la que se extrae el glucomanano, que se utiliza como complemento alimenticio y como laxante. Se vende en herboristerías a un precio que ronda los diez euros. Del konjac también se extrae una fibra soluble muy usada.
Alginato de sodio. Para el reflujo y la obesidad.
El complejo de alginato de sodio no se vende en España, pero es un ingrediente en varios suplementos alimenticios que prometen combatir la obesidad. Este compuesto, presente en distintas variedades de algas supuestamente adelgazantes, se utiliza también para combatir el reflujo. No se venden como tal, pero las poliglucosaminas son una familia de fibras presente en diversos productos adelgazantes, como el chitosán. Según los fabricantes de algunos de estos productos, dichas fibras tienen un efecto saciante y ayudan a absorber las grasas que, así, engordan menos.
L-Carnitina. Metabolizar la grasa.
La L-Carnitina es una molécula presente de forma natural en el organismo humano. Según los fabricantes del compuesto como suplemento alimenticio, la L-Carnitina "aumenta la metabolización de los ácidos grasos y favorece la combustión de grasas". Cuesta unos 25 euros.
Plvo de repollo. El vegetal con mejor fama.
En España no se vende polvo de repollo, que sí se puede adquirir en páginas como Amazon por menos de diez dólares. Este vegetal está asociado también a una dieta milagro, la de la sopa del mismo nombre, que anima a consumir durante 15 días sólo dicho alimento.
Extractos de hierba. La fibra soluble con varios usos.
El konjac es una planta originaria del sureste asiático de la que se extrae el glucomanano, que se utiliza como complemento alimenticio y como laxante. Se vende en herboristerías a un precio que ronda los diez euros. Del konjac también se extrae una fibra soluble muy usada.
Alginato de sodio. Para el reflujo y la obesidad.
Extractos de hierba. Plantas sin especificar.
Entre los productos analizados por los investigadores alemanes hay un conjunto que se agrupa bajo el nombre “extractos selectos de hierbas”. En herboristerias y farmacias existen infinidad de opciones herbáceas que prometen ayuda a la hora de perder peso.
Fibra sluble. El saciante que dice adelgazar.
La fibra soluble se vende como ayuda para perder peso desde hace años, pero ningún estudio ha conseguido demostrar su eficacia. Un trabajo publicado en The New England Journal of Medicine destaca, eso sí, sus efectos beneficiosos para los diabéticos tipo II.Entre los productos analizados por los investigadores alemanes hay un conjunto que se agrupa bajo el nombre “extractos selectos de hierbas”. En herboristerias y farmacias existen infinidad de opciones herbáceas que prometen ayuda a la hora de perder peso.
Fibra sluble. El saciante que dice adelgazar.
Polvo de guaraná. El estimulante quitaapetito.
En una de las páginas web donde se vende el polvo de Guaraná, se dice que “estimula el sistema nervioso, liberando adrenalina y aumentando el metabolismo graso”. En otra, se afirma que es un quemador de grasa natural para perder peso.
Faseolamina. Cómo comer pasta sin miedo.
Uno de los ganchos de los productos milagro antiobesidad es que prometen perder peso sin cambiar de hábitos. La faseolamina es una proteína que se extrae de la vaina de la judía blanca y de la que se dice que absorbe carbohidratos como la pasta.
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