Fuente: El Pais.
Amit Shingal se fue a Estados Unidos desde su India natal a los 22 años. Han pasado veinte años, pero mantiene el acento en un fluido inglés. Desde hace dos lustros trabaja en Google, donde es vicepresidente y responsable del motor de búsqueda.
No sabe cómo será el buscador dentro del mismo tiempo, porque cree que en cinco años, Google no tendrá nada que ver con lo que hoy se conoce. Algunos ejemplos de cómo ha evolucionado el gigante de Mountain View llevan a pensar en la localización geográfica, las búsquedas sugeridas o el uso la caja de búsqueda como calculadora.
La clave, según el ingeniero estriba en conocer a sus clientes. Así si se busca fútbol en España, Chile o Argentina, los resultados son diferentes. Amit Shingal, en una demostración de poderío, explica de lo que son capaces con un móvil de Google: "se puede gestionar la agenda y la localización del usuario de modo que si tenemos que comprar una camiseta de fútbol de España, nos dirá si entre una reunión y otra podemos ir a comprar el regalo a nuestro hijo a una tienda cercana". Sin embargo, por cuestiones de privacidad, estos servicios aún no sincronizan entre sí.
A pesar del miedo que esta compañía genera a muchos insiste en que el compromiso es con el usuario, con el que quiere encontrar algo y confía en ellos: "Nos debemos a los que cada día vienen a nuestro servicio para encontrar lo que necesitan".
Busca la realidad
Goggles es una aplicación incluida en la versión 2.1 de Android, su sistema operativo para móviles, que permite hacer una fotografía de una marca, objeto, o edificio y devuelve resultados de búsqueda. Es decir, es capaz de encontrar algo del mundo real, analógico, que nos rodea en la red. Con Goggles (nombre en inglés que juega con el de la compañía y al mismo tiempo es el nombre que reciben las gafas de buceo) se puede hacer una foto de la Cibeles y saber al momento dónde está, quién la hizo, y quién fue dicha diosa.
El sistema, todavía en pruebas, funciona tan sorprendentemente bien que da miedo. Da la sensación de que cualquier podría hacer una fotografía en la playa del desconocido de la hamaca de al lado y conocer su identidad. Amit Shingal insiste en que eso nunca sucederá: "por encima de la tecnología está la privacidad. Google podría reconocer caras pero nos hemos comprometido a no hacerlo. Este es el servicio en el que estamos siendo más cuidadosos. Podemos seguir tomando cervezas tranquilamente en la playa".
Tiempo real
Con la llegada de Twitter, Google Buzz, los blogs y los frecuentes cambios de estado en Facebook se ha creado un nuevo flujo en la red, una comunicación en tiempo real en la que cuesta diferenciar lo relevante de lo redundante.
Para poner orden y saber qué importa Google ha mejorado su sistema te búsquedas. No sólo se fija en la cantidad de seguidores que tiene un usuario concreto, sino también en la calidad de lo que envía y quiénes le siguen. Si sus enlaces tienen valor saldrán en primera posición. De nuevo, el campeonato del mundo de fútbol sirve de ejemplo. Busca "mundial de fútbol" y aparece el perfil de un usuario que dice que la Selección Española fue la que más faltas recibió, 134; y que Andrés Iniesta el jugador más agredido con 26 faltas en el torneo. Este resultado no sólo sale por ser el más reciente, sino también el que el buscador considera más relevante en ese momento.
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