Fuente: Publico.
Casi cualquier ginecólogo cuenta entre sus pacientes con una mujer de más de 45 años que acude a su consulta por la pérdida del periodo. Dada la edad, la paciente tiene claro lo que le pasa: le ha llegado la menopausia y empieza una nueva etapa vital lejos de compresas y tampones y cerca de sofocos y otros efectos secundarios que, sin tratamiento, son inherentes a este estado. Pero el médico la examina y efectúa un diagnóstico bien distinto al sospechado por ella. Se trata de un embarazo tardío, y la razón por la que los especialistas recomiendan el uso de anticonceptivos en el año posterior a la retirada del periodo.
Esta recomendación podría pasar a la historia si se confirma el hallazgo presentado hoy por un equipo iraní en la reunión anual de la Sociedad Europea de Reproducción Humana, que se celebra en Roma. Los investigadores, liderados por Ramezani Tehrani, han desarrollado un procedimiento por el que, con un simple análisis de sangre, se puede calcular a qué edad entrará una mujer en la menopausia.
Los autores midieron una hormona la antimuleriana en la sangre de 266 mujeres que participaban en otro estudio que se inició en 1998, cuando las féminas tenían entre 20 y 49 años. Basándose en la concentración de esta hormona, los especialistas de la Universidad Shahid Beheshti (en Teherán, Irán) desarrollaron un modelo estadístico para estimar el momento en que las mujeres dejarían de tener el periodo.
Durante el transcurso de su investigación, llegaron a este estado 63 de las participantes, y los autores constataron que la edad no difería apenas de la que habían predicho utilizando su modelo estadístico combinado con la medición de la hormona. De hecho, la media de diferencia entre la edad en la que se registró la menopausia y la que predijo el modelo era sólo de la tercera parte de un año, mientras que el margen de error máximo no superó los cuatro años.
Relativamente nueva
Según explica el jefe del Servicio de Medicina de la Reproducción del Instituto Universitari Dexeus de Barcelona, Buenaventura Coroleu, la hormona antimuleriana es "relativamente nueva", pero se está trabajando mucho sobre ella. "Sólo en este congreso se presentan diez estudios sobre su papel", comentó a este periódico el especialista.
Sin embargo, los trabajos se refieren al papel de la hormona "para predecir el futuro reproductivo" de pacientes en tratamiento por problemas de fertilidad. "Se usa mucho para poder establecer un pronóstico a los tratamientos de estimulación ovárica", comenta Coroleu.
En la misma línea se expresa el jefe del Servicio de Ginecología del Hospital General de Requena de Valencia, Ezequiel Campos, que comenta que "todo lo que sean avances que nos permitan predecir la edad de la menopausia son interesantes". El ginecólogo subraya que, hasta ahora, no hay ningún método predictivo. "Nos basamos en la edad familiar de aparición y en los síntomas previos que presenta la paciente, que denominamos alteraciones climatéricas, como los sofocos", apunta.
Es precisamente esa falta de precisión sintomática la que puede ocultar embarazos tardíos y la que hace que los especialistas en anticoncepción recomienden usar métodos para prevenir embarazos no deseados un año después de la retirada del periodo si esta se produce a partir de los 50 años y dos si se da antes de los 45.
Aunque el trabajo iraní es, sin duda, prometedor, los propios autores reclaman prudencia. "Teniendo en cuenta que este es un estudio pequeño que ha analizado a varias mujeres durante un periodo largo de tiempo, se necesitan trabajos más multitudinarios que empiecen con mujeres en la veintena y que las sigan por varios años para validar la precisión del método", comenta el autor principal en un comunicado de prensa.
Establecimiento precoz
Precisamente una de las ventajas de este método, de confirmarse su validez, es que no sólo predice la edad en la que las mujeres dejarán de tener el periodo, sino que, además, lo puede hacer cuando estas son muy jóvenes, lo que supondría toda una revolución a la hora de la planificación familiar.
El equipo encabezado por Tehrani estableció que unos niveles de 4,5 nanogramos de la hormona antimuleriana por mililitro de sangre a los 20 años implicarían la llegada de la menopausia más allá de los 50 años, mientras que unos niveles menores de 4,1 nanogramos por mililitro en mujeres de la misma edad serían indicadores de una menopausia precoz, antes de los 40 años de edad.
El ginecólogo Ezequiel Campos señala que, en España, la edad media de inicio de la menopausia son los 50 años. "Algunas la presentan precozmente, alrededor de los 45, y otras se pueden alargar hasta más allá de los 55", comenta.
Para Coroleu, el estudio presentado en Roma también debe ser interpretado con prudencia. "En primer lugar habría que repetirlo con un número más elevado de mujeres pero, además, habría que ver si la población analizada por estos investigadores es equiparable a la española", explica. No obstante, reconoce que "cuando salgan más estudios, puede ser muy interesante analizar el resultado".
"Los hallazgos indican que la hormona es capaz de especificar el estatus reproductivo de una mujer de forma más realista que la edad cronológica", concluye la autora.
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