Hace apenas una semana, el ICANN daba luz verde al dominio '.xxx' tras largos años de discusiones. La pornografía es uno de los motores que han propiciado el desarrollo de Internet y muchas de sus herramientas. Ojo, que se trata de un mercado 'online' que mueve al año 4.900 millones de dólares, más de la mitad en sólo en EEUU.
Una reciente y curiosa infografía publicada en Online MBA muestra con datos extraídos de varias fuentes el peso específico de la pornografía en la Red, con unos datos reveladores.
Así, por ejemplo, la cuarta parte de las búsquedas en la Red están relaccionadas con el sexo pornográfico. Lamentablemente, hay más de 116.000 búsquedas diarias sobre "child pornography" ("pornografía infantil" en inglés). Cada segundo, 2.8258 usuarios están viendo algo porno en Internet, una industria que gana más de 3.000 dólares también cada segundo. Hay que tener en cuenta que el 12% de todos los sitios web que existen son porno.
En EEUU, hay 40 millones de personas que visitan regularmente sitios dedicados a pornografía, y una de cada tres personas que lo hacen son mujeres. La franja de edad que más consume pornografía 'online' en EEUU es la que va de los 18 a los 24 años: un 70% de los hombres entre estas edades visitan sitios porno cada mes. La edad media en la que un niño ve por primera vez pornografía en la Red es 11 años.
En el trabajo también se consume porno 'online': el 23% de los hombres admiten hacerlo, frente al 13% de las mujeres.
La pornografía ha acompañado a la Red desde prácticamente su nacimiento, y ambos sectores se han beneficiado mutuamente de este 'matrimonio'. El anonimato y la inmediatez han sido un gancho perfecto para que se consuma más pornografía que nunca; se calcula que hay unos 370 millones de sitios pornográficos en Internet. Mientras, desarrollos como la videoconferencia, los vídeos en 'streaming' o los sistemas de pago 'online' se han perfeccionado gracias al sexo en la Red.
El recientemente aprobado dominio '.xxx' puede convertirse en uno de los más grandes, incluso más que '.com'. No obstante, algunos miembros del sector del entretenimiento para adultos se oponen al dominio '.xxx', ya que dicen que es una invitación a que los censores perjudiquen su negocio. Representantes de la derecha religiosa también se oponen a su creación por razones morales.
De hecho, el organismo estadounidense ya aprobó el proyecto en 2005, pero dio marcha atrás dos años después ante las protestas de los grupos conservadores.
Por otro lado, la pornografía 'online' puede amenazar otros modelos de negocio, especialmente ahora con la enorme demanda de dispositivos móviles conectados a la Red. Por ejemplo, Corea del Sur y Japón, países con una altísima penetración de telefonía móvil 3G, vieron cómo sus redes estuvieron a punto de colapsarse el pasado año por culpa de las descargas masivas de vídeos porno. Los operadores nipones DoCoMo y KDDI tuvieron entonces que replantearse su servicio ilimitado de descarga de datos.
Una reciente y curiosa infografía publicada en Online MBA muestra con datos extraídos de varias fuentes el peso específico de la pornografía en la Red, con unos datos reveladores.
Así, por ejemplo, la cuarta parte de las búsquedas en la Red están relaccionadas con el sexo pornográfico. Lamentablemente, hay más de 116.000 búsquedas diarias sobre "child pornography" ("pornografía infantil" en inglés). Cada segundo, 2.8258 usuarios están viendo algo porno en Internet, una industria que gana más de 3.000 dólares también cada segundo. Hay que tener en cuenta que el 12% de todos los sitios web que existen son porno.
En EEUU, hay 40 millones de personas que visitan regularmente sitios dedicados a pornografía, y una de cada tres personas que lo hacen son mujeres. La franja de edad que más consume pornografía 'online' en EEUU es la que va de los 18 a los 24 años: un 70% de los hombres entre estas edades visitan sitios porno cada mes. La edad media en la que un niño ve por primera vez pornografía en la Red es 11 años.
En el trabajo también se consume porno 'online': el 23% de los hombres admiten hacerlo, frente al 13% de las mujeres.
La pornografía ha acompañado a la Red desde prácticamente su nacimiento, y ambos sectores se han beneficiado mutuamente de este 'matrimonio'. El anonimato y la inmediatez han sido un gancho perfecto para que se consuma más pornografía que nunca; se calcula que hay unos 370 millones de sitios pornográficos en Internet. Mientras, desarrollos como la videoconferencia, los vídeos en 'streaming' o los sistemas de pago 'online' se han perfeccionado gracias al sexo en la Red.
El recientemente aprobado dominio '.xxx' puede convertirse en uno de los más grandes, incluso más que '.com'. No obstante, algunos miembros del sector del entretenimiento para adultos se oponen al dominio '.xxx', ya que dicen que es una invitación a que los censores perjudiquen su negocio. Representantes de la derecha religiosa también se oponen a su creación por razones morales.
De hecho, el organismo estadounidense ya aprobó el proyecto en 2005, pero dio marcha atrás dos años después ante las protestas de los grupos conservadores.
Por otro lado, la pornografía 'online' puede amenazar otros modelos de negocio, especialmente ahora con la enorme demanda de dispositivos móviles conectados a la Red. Por ejemplo, Corea del Sur y Japón, países con una altísima penetración de telefonía móvil 3G, vieron cómo sus redes estuvieron a punto de colapsarse el pasado año por culpa de las descargas masivas de vídeos porno. Los operadores nipones DoCoMo y KDDI tuvieron entonces que replantearse su servicio ilimitado de descarga de datos.
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