La trayectoria científica del biólogo Peter Lutz, experto en fisiología de organismos marinos, lo avala como el experto adecuado al que recurrir en el caso de un derrame accidental, y así lo afirma el plan de respuesta de BP contra vertidos de crudo en el golfo de México, con fecha de 2009. Sólo hay un obstáculo: Lutz murió en 2005 de un cáncer.
Es sólo uno de los errores que contiene el documento interno de la petrolera, al que ha tenido acceso Associated Press. La información de AP menciona también entre los "recursos biológicos sensibles" de la zona las morsas, focas, leones marinos y nutrias, mamíferos todos ellos ausentes del golfo de México.
El plan, de 582 páginas, dedica 52 de ellas específicamente a la plataforma Deepwater Horizon, la que explotó el pasado 20 de abril originando el escape que sigue vertiendo petróleo al mar 52 días después. Aparentemente, un fracaso como el ocurrido era impensable según el plan de acción de la compañía, que garantizaba "la capacidad de respuesta, al máximo nivel factible, al peor caso de descarga". Para BP, este pésimo escenario arrojaba diez veces más crudo al mar que el actual vertido, pero a pesar de su magnitud no afectaba a la fauna ni a las costas, y sólo perjudicaba temporalmente la calidad del agua.
Suma y sigue. Siempre según el análisis de AP, la respuesta difícilmente pudo ser rápida y eficaz, ya que los nombres y teléfonos de varios especialistas en biología marina de la Universidad A&M de Texas, así como los números de las oficinas de vigilancia de mamíferos marinos en Luisiana y Florida, están anticuados. La dirección web de Marine Spill Response Corp, un proveedor de servicios utilizado por BP, abre una página obsoleta en japonés. La corriente del golfo ni siquiera se menciona en un plan que no ha guiado la respuesta de BP, dominada por la improvisación.
Es sólo uno de los errores que contiene el documento interno de la petrolera, al que ha tenido acceso Associated Press. La información de AP menciona también entre los "recursos biológicos sensibles" de la zona las morsas, focas, leones marinos y nutrias, mamíferos todos ellos ausentes del golfo de México.
El plan, de 582 páginas, dedica 52 de ellas específicamente a la plataforma Deepwater Horizon, la que explotó el pasado 20 de abril originando el escape que sigue vertiendo petróleo al mar 52 días después. Aparentemente, un fracaso como el ocurrido era impensable según el plan de acción de la compañía, que garantizaba "la capacidad de respuesta, al máximo nivel factible, al peor caso de descarga". Para BP, este pésimo escenario arrojaba diez veces más crudo al mar que el actual vertido, pero a pesar de su magnitud no afectaba a la fauna ni a las costas, y sólo perjudicaba temporalmente la calidad del agua.
Suma y sigue. Siempre según el análisis de AP, la respuesta difícilmente pudo ser rápida y eficaz, ya que los nombres y teléfonos de varios especialistas en biología marina de la Universidad A&M de Texas, así como los números de las oficinas de vigilancia de mamíferos marinos en Luisiana y Florida, están anticuados. La dirección web de Marine Spill Response Corp, un proveedor de servicios utilizado por BP, abre una página obsoleta en japonés. La corriente del golfo ni siquiera se menciona en un plan que no ha guiado la respuesta de BP, dominada por la improvisación.
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