Los terroristas tradicionales podrían convertirse en ciberterroristas. La guerra online contra Georgia, desarrollada en paralelo a la guerra terrestre, demostró el potencial de un ataque online a la hora de paralizar un país.
Grupos como Al Qaeda conocen ya el potencial de la red para difundir mensajes y reclutar seguidores. Ahora podrían estar descubriendo los encantos del eataque. Un ciberataque puede ser "una bomba muy bien situada", como ha apuntado en una conferencia el director del FBI, Robert Mueller.
"Los terroristas han mostrado un interés claro en adquirir habilidades de hacker y o bien entrenarán a sus propios reclutas o contratarán a extranjeros con la intención de combinar ataques físicos con cibernéticos" desveló Mueller, tal y como publica Reuters.
Según Mueller no sólo los terroristas se aprovecharán en un futuro inmediato de la red, los diferentes países también podrían explotarlo con fines claramente políticos.
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