No corren buenos tiempos para la economía y eso se nota hasta en los más florecientes mercados de consumo. La telefonía móvil es el mejor ejemplo. Llena de grandes corporaciones que emiten fuertes beneficios desde tiempos ancestrales ha visto como en el último ejercicio la sombra de las pérdidas merodea su negocio. Ante este panorama no hay nada mejor que optar por fuertes recortes y abaratamiento de precios, mientras vestimos todo con el apellido 'low cost'.
Lucha en la gama económica
En el producto puro y duro los coreanos de LG y Samsung han entrado muy fuerte en las gamas económicas, lo que ha obligado a los Nokia y Motorola a tomar medidas en el asunto. Sony Ericsson ha sido una de las que menos han entrado en ese negocio, lo que en parte puede haber provocado parte de los resultados financieros de la firma. Volviendo a Nokia hay que decir que es un nuevo actor en esto del low cost. En 2009 vendió algo más de 431 millones de móviles, un 7,8% menos que en 2008, de los que casi el 15% son smartphones. A eso hay que unir que el beneficio neto de los últimos resultados ha bajado más de un 70% por lo que llega la hora de reposicionar el precio y el concepto del smartphone.
Smartphone, la palabra
Esa palabra inglesa que define al móvil inteligente del siglo XXI ha sido la génesis de la línea de producto de Nokia que más dinero les ha dado. Anclados en la gama alta, los smartphones siempre miraban por encima del hombro al resto de los terminales. Pues eso es historia, la acuciante competencia y la ya famosa crisis han provocado que Nokia cierre filas y apueste por modelos bien equipados pero a precios nunca vistos. Su nueva estrella es Nokia C5 un teléfono inteligente equipado con sistema operativo Symbian que costará en el mercado libre 135 euros. Hace solo dos años, ese modelo habría costado más del doble. Si miramos al resto de fabricantes todos tienen claro que en su portfolio de este año sino disponen de modelos de bajo precio y muy equipados, si son smartphone mejor, tendrán serios problemas financieros a final de año.
Android el culpable
En los sistemas operativos Android es el gran culpable. Un alto directivo de Telefónica confesaba en privado: Android ha conseguido lo que siempre hemos deseado, bajar el precio del smartphone. No le falta razón, marcas inexistentes para cualquier mercado de telefonía como Huawei o ZTE tiene ya en sus factorías modelos con Android. De hecho, uno de los grandes rumores del pasado Mobile World Congress era que Yoigo está planeando vender un Android de menos de cien euros. Conociendo a este operador y como se las gasta comercialmente, no tardaremos mucho tiempo en ver un Android de muy bajo precio. El otro actor del low cost en los sistemas operativos es Nokia con modelos como el que hemos comentado, aunque hay uno más, se trata de Samsung. Con su nuevo Bada la firma quiere ofrecer un sistema operativo para terminales asequibles sobre el que cualquier programador pueda diseñar aplicaciones. En definitiva el low cost no es una moda, es una necesidad.
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