El ex presidente de Samsung Electronics Lee Kun-Hee, que se vio forzado a abandonar la compañía en abril de 2008 tras ser condenado por evasión fiscal, ha retomado dos años después el mando de la mayor compañía tecnológica del mundo para impulsar su crecimiento, después de haber sido indultado el pasado diciembre por el presidente de Corea del Sur.
El carismático directivo, de 68 años, aseguró ayer que la empresa que fundó su padre se enfrenta una crisis y necesita nuevas formas de crecimiento, según informó Reuters. "El regreso de Lee elimina lo que había sido una incertidumbre para el Grupo Samsung", dijo Park Yun-Chae, jefe de investigación en Kiwoom Securities. Sin embargo, algunos analistas señalaron ayer que, pese a que se esperaba su vuelta, su designación se ha producido antes de lo esperado y muchos ven en la medida una maniobra para preparar a su hijo para que eventualmente se haga cargo de la compañía.
Pese a todos los problemas con la justicia, Lee, el hombre más rico del país, está considerado como el verdadero responsable de la transformación de Samsung de una empresa fabricante de frigoríficos y televisiones baratos en uno de los gigantes tecnológicos más importantes del mundo, y responsable del 20% del PIB de Corea del Sur, según Efe.
El magnate estuvo al frente del mayor conglomerado surcoreano durante más de 20 años, hasta que en 2008 fue acusado de corrupción, evasión fiscal y prevaricación. Maniobras que le valieron una condena de cárcel de tres años y una pena de inhabilitación de cinco años, que no ha cumplido gracias al indulto citado.
Un portavoz de la compañía, Rhee In Yong, informó ayer que debido a las incertidumbres que afectan a la economía internacional, un grupo de altos ejecutivos de la firma había pedido a Lee el pasado 24 de febrero que volviera a la dirección. En un comunicado distribuido por Samsung, el propio Lee afirma estar profundamente preocupado por el futuro de la empresa. "La verdadera crisis empieza ahora. Muchas empresas multinacionales están quebrando, y en las próximas décadas, la mayoría de los productos y líneas de negocio de Samsung habrán desaparecido. Tenemos que volver a empezar de cero. No podemos permitir dudar ahora".
Samsung, que es el primer fabricante mundial de chips de memoria para ordenadores y segundo de teléfonos móviles, quiere impulsar nuevos dispositivos en los sectores de biotecnología y las energías renovables. La compañía está preocupada por la fuerte competencia china (capaz de ofrecer costes muchos menores), japonesa, y también de la surcoreana LG Electrónics y de Apple y Google y la creciente popularidad de sus teléfonos móviles de última generación.
El carismático directivo, de 68 años, aseguró ayer que la empresa que fundó su padre se enfrenta una crisis y necesita nuevas formas de crecimiento, según informó Reuters. "El regreso de Lee elimina lo que había sido una incertidumbre para el Grupo Samsung", dijo Park Yun-Chae, jefe de investigación en Kiwoom Securities. Sin embargo, algunos analistas señalaron ayer que, pese a que se esperaba su vuelta, su designación se ha producido antes de lo esperado y muchos ven en la medida una maniobra para preparar a su hijo para que eventualmente se haga cargo de la compañía.
Pese a todos los problemas con la justicia, Lee, el hombre más rico del país, está considerado como el verdadero responsable de la transformación de Samsung de una empresa fabricante de frigoríficos y televisiones baratos en uno de los gigantes tecnológicos más importantes del mundo, y responsable del 20% del PIB de Corea del Sur, según Efe.
El magnate estuvo al frente del mayor conglomerado surcoreano durante más de 20 años, hasta que en 2008 fue acusado de corrupción, evasión fiscal y prevaricación. Maniobras que le valieron una condena de cárcel de tres años y una pena de inhabilitación de cinco años, que no ha cumplido gracias al indulto citado.
Un portavoz de la compañía, Rhee In Yong, informó ayer que debido a las incertidumbres que afectan a la economía internacional, un grupo de altos ejecutivos de la firma había pedido a Lee el pasado 24 de febrero que volviera a la dirección. En un comunicado distribuido por Samsung, el propio Lee afirma estar profundamente preocupado por el futuro de la empresa. "La verdadera crisis empieza ahora. Muchas empresas multinacionales están quebrando, y en las próximas décadas, la mayoría de los productos y líneas de negocio de Samsung habrán desaparecido. Tenemos que volver a empezar de cero. No podemos permitir dudar ahora".
Samsung, que es el primer fabricante mundial de chips de memoria para ordenadores y segundo de teléfonos móviles, quiere impulsar nuevos dispositivos en los sectores de biotecnología y las energías renovables. La compañía está preocupada por la fuerte competencia china (capaz de ofrecer costes muchos menores), japonesa, y también de la surcoreana LG Electrónics y de Apple y Google y la creciente popularidad de sus teléfonos móviles de última generación.
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