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2012/06/01

Habilidades de liderazgo en la economía digital


Liderar una empresa en un mundo tan competitivo como el actual requiere de una suma de habilidades y capacidades. Habitualmente, los hombres y mujeres de negocios enfocan sus mayores energías en lo que perciben como su rol principal: trazar una estrategia que les permita alcanzar las metas deseadas.
Sin embargo, hay otros aspectos del liderazgo que los involucran directamente a la hora de dirigir un equipo de trabajo. Y en este punto, la primera gran fortaleza radica en la elección de quienes los acompañarán hacia la consecución de sus logros. Por eso, la primera decisión inteligente es saber rodearse de las personas idóneas para llevar a cabo sus propósitos.
Ese criterio de selección es tan importante como la posterior necesidad de dirigir un equipo integrado por personas motivadas que sientan que su trabajo tiene facetas valiosas e innovadoras. Según los expertos en liderazgo Steven Kramer y Teresa Amabile, los empleados son mucho más productivos y creativos cuando llevan una vida interior positiva. Y para esto, añaden los especialistas, es fundamental que sientan que sus tareas diarias les aportan algo significativo.
Ahora bien, ¿cómo y cuánto pueden incidir los líderes para crear un entorno dinámico y estimulante para sus propios equipos? Sin duda, juegan un papel esencial. A propósito, vale la pena citar al experto Robert Sutton, quien sostiene que son los jefes los que imponen el "clima" en las organizaciones y así marcan las pautas de comportamiento esperables.
Economía de ideas
Pero la pasión por la innovación y la importancia de desenvolverse con creatividad y entusiasmo no sólo fomentan la eficiencia en los equipos de trabajo. En rigor, estas cualidades son requisitos casi imprescindibles para desempeñarse con éxito en la economía actual.
Por este motivo, los líderes de negocio deben tener presente cuáles son los rasgos definitorios de la economía digital, cuya definición no debería simplificarse en los avances tecnológicos ni en la mera existencia de Internet.
Veamos algunas características centrales de la economía digital:
> Innovación continua: mientras se acortan los ciclos de vida de productos y servicios, la novedad viene dada por la innovación en sistemas y mercadotecnia. Desde este punto de vista, el poder de las ideas adquiere un protagonismo central.
> Interconexión permanente: la tecnología no sólo posibilita la circulación de información. Los recursos humanos se han "digitalizado" y cada vez son más los servicios profesionales que se prestan de manera remota. Considerando este punto, los líderes de negocios están –hoy más que nunca– frente al desafío de coordinar proyectos con personas de distintos países y actividades.
> Apendizaje constante: muchos autores sostienen que aprender más rápido que los competidores es “la única ventaja competitiva”. Este concepto es clave y debe traducirse en un aprendizaje organizacional antes que en el fomento de aptitudes individuales.
> Valor agregado: la información y las ideas se han convertido en una parte esencial de cualquier producto o servicio. Por tal motivo, el capital intelectual de las personas es un activo clave en cualquier empresa, que ya no puede concebir un nuevo producto sin considerar cuál será el valor agregado que lo distinguirá de la competencia.
Frente a este escenario, es vital señalar que aunque el papel de la tecnología es innegable, el valor de las ideas resulta aún más importante. Por lo tanto, los líderes de negocios de la economía digital no sólo deben asegurarse la posesión de los recursos tecnológicos más apropiados: su gran desafío es generar y preservar climas de trabajo alentadores y dinámicos o, mejor aún, desarrollar auténticas incubadoras de proyectos innovadores. En pos de este objetivo, nada más adecuado que un entorno estimulante para que quienes trabajan con nosotros sepan, puedan y quieran adaptarse rápida y eficazmente a los constantes cambios.

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