Los países de la UE podrán, en algunas circunstancias, cobrar un impuesto sobre los soportes vírgenes como una fórmula de gravamen frente a servicios como el de Amazon.
El caso surgió de un intento de una agencia austríaca de cobrar derechos de autor y facturar a Amazon casi 1,9 millones de euros (2,4 millones de dólares) por los soportes vírgenes, como las cintas de cassette, CD, tarjetas de memoria y reproductores de MP3, vendidos en Austria en el primer semestre de 2004.
El Tribunal de Justicia Europeo acaba de emitir una sentencia en la que “bajo ciertas condiciones, la legislación comunitaria no se opone a un sistema de un impuesto general, con la opción de reembolso en el caso de que el uso pretendido no sea la realización de copias privadas”, como informa Reuters.
La agencia Austro-Mechana también solicitó la misma alegación para los libros de Amazon con el fin de determinar qué recargos deberían presentarse de 2002 a 2004.
Un tribunal de Viena acordó que Amazon debería presentar un registro de las ventas, pero el juicio sobre la decisión de una solicitud de pago quedó pendiente por apelación.
La sentencia que ahora emite el Tribunal de Justicia de la UE no resuelve el conflicto, que todavía está en el Tribunal Supremo de Austria, pero puede ser vinculante para otros tribunales nacionales que manejen un problema similar.
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