Un tweet en la cuenta de la agencia de noticias Associated Press (AP), publicado ayer en torno a las 13:00 horas, hizo referencia a dos explosiones en la Casa Blanca y a que el presidente Barack Obama resultó herido.
Minutos después, el medio afirmó que el tweet había sido una falsificación resultante de la piratería de un grupo externo, identificado posteriormente como el Ejército Electrónico Sirio, y la Casa Blanca confirmó que no hubo explosiones ni incidentes.
Sin embargo, la publicación se había registrado en el Dow Jones, suponiendo una caída al instante de 145 puntos, alcanzado unas pérdidas por valor de 200.00 millones de dólares.
Los operadores que emplean los llamados algoritmos de compra y venta de acciones de forma automática después de escanear canales de noticias, incluidos los mensajes en redes sociales como Twitter y Facebook, ya habían tomado medidas.
De acuerdo a la información de The Wall Street Journal, la ola de ventas se desplomó en dos minutos, dejando a los inversores consternados, aunque el mercado se recuperó rápidamente después.
“Es frustrante y aterrador que un tweet pueda borrar cientos de miles de millones en el mercado en tan solo minutos, pero este es el mundo en el que vivimos”, ha declarado al diario estadounidense RJ Grant, director asociado de operaciones de Keefe, Bruyette & Woods.
Los expertos en seguridad han manifestado que los ataques a AP y otros medios de comunicación ponen de relieve la necesidad de tomar las precauciones adecuadas en toda actividad online.
Por otro lado, el incidente ha subrayado la vulnerabilidad de los mercados financieros frente a los programas informáticos comerciales que compran y venden acciones sin intervención humana.
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