Google ha mejorado su oferta para sellar la paz con Bruselas. El gigante de internet ha propuesto a la UE un cambio en la forma en que muestra sus resultados de búsqueda en Europa con el fin de poner fin a la investigación que las autoridades de competencia europea mantienen abierta sobre la compañía desde noviembre de 2010. El gigante de internet trataría así de evitar una multa que podría elevarse hasta los 5.000 millones de dólares si finalmente se le acusa de abuso de posición dominante en el sector de las búsquedas y publicidad en la red.
Aún se desconoce si Bruselas ha aceptado un acuerdo con Google, porque oficialmente ninguna de las partes se ha manifestado al respecto, pero la UE someterá pronto las propuestas del buscador a una consulta pública para que puedan comentar cómo ven las concesiones los rivales y los expertos del sector. Algo que podría indicar que la multinacional habría convencido a la Comisión Europea y que se abre la recta final para firmar la paz.
Según han revelado algunas fuentes a Financial Times y The New York Times, entre las concesiones que ha hecho Google estaría cambiar su página de resultados de búsqueda para desplegar enlaces de buscadores rivales de manera “más visible” e identificar claramente sus propios servicios. En concreto, para los servicios que no generan directamente ingresos, el buscador solo tendrá que identificar y separar claramente los servicios, mientras que en el de búsqueda específica de restaurantes (que sí genera ingresos), se compromete a distinguir claramente los resultados y a incluir al menos tres enlaces a buscadores alternativos. Para los servicios de pago, como Google Shopping, el buscador será tratado más como un espacio de publicidad, dado que los comerciantes pagan para aparecer en los resultados de búsqueda. También en este caso habrá las debidas separaciones e identificaciones y enlaces a rivales, pero las referencias serán vendidas en una subasta y no generadas mediante el algoritmo de búsqueda de Google, según el FT.
Otra propuesta es la opción de que los sitios web que lo soliciten puedan eliminar hasta un 10% de su contenido indexado por Google. O incluso que proveedores de contenidos que lo deseen (periódicos, por ejemplo) se salgan completamente de servicios como Google Noticias.
Para algunos expertos como Enrique Dans, profesor del Instituto de Empresa, las concesiones hechas por el buscador dejan clara la responsabilidad de Google en prácticas restrictivas de la competencia. Según ha indicado en su blog, competir con el gigante de internet se había convertido en prácticamente imposible en un número cada vez más importantes de áreas, debido al uso que hacía de su posición de dominio en la búsqueda.
“Para quien pretendía competir con Google, la vida era tan complicada como esto: si eras capaz de obtener un producto competitivo en un área determinada, dependías de la indexación que Google decidiese otorgarte y de la publicidad que decidiese venderte para que te encontrasen, y tenían no solo que soportar que Google pudiese utilizar y presentar los resultados de tu aplicación en sus resultados, sino que si decidía sacar una aplicación competidora de la tuya, pudiese posicionarla por encima de ésta”, añadió.
Los rivales critican que no han sido informados todavía
La oferta de Google de etiquetar sus propios servicios con mayor claridad en los resultados de búsqueda en Europa no ha convencido a los rivales de Google. “Si es todo lo que han propuesto, no es suficiente”, dijo David Wood, abogado del grupo ICOMP, que representa a Microsoft y otras cuatro empresas denunciantes de Google ante Bruselas.
Según Wood, estas empresas no han visto aún las propuestas que ha hecho Google y asegura que la Comisión tampoco les ha explicado nada. “Trataremos de ser constructivos, pero si no se establecen claramente principios de no discriminación y los medios para hacer frente a la restauración de una competencia efectiva, no podremos estar satisfechos”, añadió Wood a Bloomberg.
Mientras esperan noticias, el portavoz comunitario de Competencia, Antoine Colombani, ha dicho a Efe que están “preparando un test para buscar la reacción, incluida las quejas, de los diferentes actores”. La consulta que debe plantear la UE será una oportunidad para que los rivales de Google eleven su presión. Si hay acuerdo, este tendrá una vigencia de cinco años, informó Reuters, y una persona o empresa neutral vigilará su cumplimiento.
En cualquier caso, no parece que los rivales de Google se lo vayan a poner fácil, según las palabras de Shivaun Raff, director ejecutivo de Foundem, una de las empresas denunciantes de Google. “Es difícil imaginar un caso de competencia donde los riesgos para los consumidores y las empresas europeas podrían ser mayor. Como puerta de acceso a internet, Google tiene un papel decisivo en la determinación de lo que la gran mayoría de los europeos descubre, lee, utiliza y compra en línea”, añadió Raff tratando de demostrar lo importante de la decisión que se tome finalmente.
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