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2012/05/18

¿Las redes sociales mejoran la productividad?


Ganar tiempo. Ésta es la principal ventaja de las redes sociales según los 2.700 empleados consultados en la macroencuesta How Social Technologies drive Business Success, patrocinada por Google y realizada por Millward Brown en Francia, el Reino Unido, Alemania, los Países Bajos, Italia, Suecia y España respecto al uso de Facebook, Twitter, Google+, LinkedIn y otras redes sociales corporativas como Yammer o Chatter.
Los participantes del estudio, realizado entre el 24 de febrero y el 14 de marzo y publicado hace unos días, consideran que usar las redes sociales  para buscar o desarrollar la red de contactos profesional o compartir ideas se traduce en una disminución de reuniones internas y conferencias del 23% y en un descenso del volumen de mails del 25%. También señalan que la velocidad a la que se ofrecen los servicios de la empresa aumenta un 27%, que los resultados financieros mejoran un 24% y, globalmente, la productividad un 20%.
Unos porcentajes que parecen indicar que los social media son la panacea. La solución. Sin embargo, Allan Hyde, director de cuentas de Millward Brown, precisa en varios medios que no es ésta la impresión que quiere dar el estudio y deja claro que la encuesta traduce el “sentimiento” de empleados y ejecutivos de varios países respecto a las redes sociales, pero no su eficacia.
En este sentido, subraya que entre los países más entusiastas con el uso de Facebook, Twitter, etc. están Italia y España (74%), que no tienen precisamente un índice de productividad espectacular y cuyas economías acusan de forma particular la crisis.
Parece una contradicción. Pero, en realidad, no lo es, señala Joan Mayans, antropólogo y experto en la dimensión social y empresarial de las TIC, porque “las herramientas pueden potenciar e intensificar las características culturales de una sociedad, quizá transformarlas parcialmente, pero difícilmente las invierten”. “Los social media se pueden usar a favor y en contra de la productividad. Añaden grandes volúmenes de información que en ocasiones es útil, y en otras, ruido. Las conexiones que se producen en ellas son como sinapsis cerebrales: generan creatividad, ideas y negocio. Pero también causan interrupciones frecuentes y distracciones, lo que conlleva una inevitable pérdida de concentración y de calidad del trabajo”, añade.
Según Mayans, un factor clave para decantar la balanza hacia uno u otro lado es que la empresa haya definido y aplique un plan concreto sobre cómo usar y –especialmente- no usar las redes sociales dentro de la empresa para evitar el factor antiproductivo de las mismas. Y, en paralelo, desplegar planes de formación que aseguren que las plantillas sepan sacar partido a sus enormes potencialidades.
Aun así, el 53% de los participantes de la encuesta de Millward Brown se muestran convencidos de que las empresas que no usen los social media en el futuro, no sobrevivirán. Que esto refleje un uso productivo de los mismos, sin embargo, es harina de otro costal.

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