La venta de falsificaciones de marcas ha aumentado con la crisis y mientras su comercialización en puestos a pie de calle o "manteros" se ha estabilizado, los fabricantes ven con preocupación el alarmante aumento registrado en internet, convertido en un "coladero" de productos falsos.
"La venta de falsificaciones ha aumentado con la crisis, aunque es
muy complicado dar cifras dado que se trata de una actividad criminal",
ha afirmado en una entrevista con Efe el director de la Asociación
Nacional para la Defensa de la Marca (Andema), José Antonio Moreno.
No obstante, más que el empeoramiento de las condiciones económicas,
detrás del aumento están las facilidades que ofrece internet para
colocar en el mercado reproducciones de marcas, por lo que la red está
ganando terreno a la venta de este tipo de artículos en mercadillos,
"mantas" o playas.
"La manta está más o menos estable, porque las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad del Estado hostigan bastante a los vendedores, pero la venta
electrónica está creciendo muchísimo", ha afirmado Moreno, quien ha
alertado del peligro que suponen ciertas las plataformas de comercio
electrónicos, incluidas algunas de gran renombre.
El problema estriba en que estos negocios "virtuales" se limitan a
poner en contacto a compradores y vendedores sin llegar a recepcionar la
mercancía que, por tanto, no pueden inspeccionar.
Junto a estas plataformas, también abundan las páginas webs que
anuncian saldos de grandes marcas que, tras permanecer activas unos
cuantos días y haber colocado en el mercado falsificaciones en vez de
productos originales, desaparecen.
Entre los artículos falsos más vendidos a través de internet,
destacan los productos de marroquinería, calzado y textil (sobre todo
deportivo) y relojes, aunque está aumentado mucho lo relacionado con
periféricos informáticos y telefonía móvil.
China se mantiene como principal país de origen de falsificaciones y
Grecia se posiciona como uno de los puntos calientes de entrada a
Europa, ha añadido el director de Andema.
Según datos de organismos internacionales, entre el 30 y el 35 % de
los usuarios confiesa haber comprado voluntariamente falsificaciones, un
mercado que mueve al año más de 500.000 millones de euros en todo el
mundo.
Para Andema, el ordenamiento jurídico español protege suficientemente
al titular de la marca, aunque reclama una mayor respuesta penal.
Paralelamente, los fabricantes piden al Gobierno que realice campañas
para explicar a los consumidores la importancia que tienen las marcas.
"Las marcas están sufriendo las consecuencias de la bajada del
consumo, pero lo que más preocupa es que el usuario ha perdido cierto
apego a ellas", ha señalado Moreno, quien recuerda que detrás de una
marca hay miles de puestos de trabajo y millones de euros aportados a la
Seguridad Social, a Hacienda o a la I+D+i.
Mientras no haya comunicación al consumidor sobre los valores de la
marca difícilmente va a ser consciente de su importancia para la
economía y esas campañas informativas deben partir de las instituciones
públicas para ganar "credibilidad".
Actualmente pertenecen a Andema más de 70 empresas, entre las que
destacan firmas como Inditex (Zara), Telefónica, Danone, Chanel,
Freixent, Codorniu, Famosa, Tous, Lladró, Loewe, Nike, Adidas, Obsborne o
Levi Strauss.
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