Una empresa brasileña aprovechó el conocimiento ancestral de los indios
para desarrollar una crema rejuvenecedora a partir de la Capirona o
Palo Mulato, un árbol originario de la Amazonía y que alcanza entre 15 y
30 metros de altura.
Esta planta ("Calycophyllum
spruceanum") ya era conocido en algunas regiones de la Amazonía como el
árbol de la juventud debido a las propiedades de su cáscara para tratar
las arrugas, informó hoy la Fundación de Apoyo a la Investigación en el
Estado de Amazonas (Fapeam), que financió el proyecto.
La
cáscara del Palo Mulato es aprovechada tradicionalmente por varias
comunidades amazónicas para producir un te que es utilizado para el
tratamiento de las manchas en la piel, las arrugas y el envejecimiento
facial, y hasta generó una leyenda sobre la eterna juventud de las
amazonas.
La Fapeam incentivó a la empresa Pronatus de la
Amazonía a invertir en el desarrollo de productos cosméticos a partir de
una planta de la que ya se conocían sus propiedades al menos
tradicionalmente.
"La crema del Palo Mulato presenta tres
factores que contribuyen para demostrar su importancia en el desarrollo
de nuevos biocosméticos: es ecológicamente correcta ya que aprovecha las
cáscaras que caen naturalmente del árbol; posee el atractivo de una
leyenda y tiene efecto biológico comprobado", aseguró el propietario de
Pronatus de la Amazonía, el farmacéutico Evandro Silva.
Las
propiedades cosméticas y biológicas fueron comprobados en una
investigación realizada por Silva para determinar "el efecto
despigmentante sobre la piel del extracto del Palo de Mulato".
Los resultados de la investigación ofrecieron la base para la
industrialización de la crema. "Los estudios mostraron que la crema
realmente atenua las arrugas y promueve un efecto de uniformidad en la
piel", explicó el farmacéutico.
La investigación también demostró el efecto hidratante de los extractos de la planta.
La materia prima utilizada en el producto es adquirida de
cooperativas de recolectores y de pequeños agricultores de la Amazonía.
El fabricante tan sólo acepta comprar las cáscaras que caen del
árbol en el proceso anual de renovación celular debido a que son las que
tienen mayor concentración de los principios activos.
La
Pronatus fue creada en 1986 en la ciudad de Manaus como una pequeña
farmacia de manipulación para aprovechar las propiedades médicas y
cosméticas de productos amazónicos.
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