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2012/05/21

Cambridge: el Silicon Valley británico

A lo largo del último medio siglo, Cambridge se ha convertido en uno de los centros tecnológicos europeos de mayor éxito, gracias a su gran concentración de empresas de tecnología y biociencia localizadas.
Algunas, como el diseñador de chips Arm Holdings siguen siendo independientes, mientras que otras como la empresa de software Autonomy han sido objeto de compras multimillonarias.
Desde 1960, unas 5.000 empresas de alta tecnología han sido fundadas en la ciudad británica y sus alrededores, de las cuales 1.400 siguen funcionando, dando empleo a unas 40.000 personas.
Un nuevo libro publicado recientemente en el Reino Unido, "The Cambridge Phenomenon" (El fenómeno Cambridge), indaga en las causas de este éxito.
Su título procede de un término acuñado por Financial Times en 1980, cuando el diario londinense informó que el área tecnológica de Cambridge sería "vital para la prosperidad básica de Reino Unido y para que continúe siendo capaz de participar en la economía internacional".
Con ocasión de la aparición del libro, la BBC le pidió a sus autores que describieran qué lecciones se pueden extraer del éxito de Cambrigde.

"El fenómeno Cambridge: Cinco décadas de éxito"

Los parques tecnológicos generan gran atención en los medios. El reciente lanzamiento del Campus de Google en la Rotonda del Silicio de Londres es una prueba de la importancia que las empresas internacionales y los gobiernos atribuyen a los centros de creatividad e innovación como generadores de ganancias y prosperidad.
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Pero mientras que la Rotonda del Silicio es completamente nueva, Cambridge ha acogido a empresas de alta tecnología durante siglos.
La primera empresa de alta tecnología en Cambridge fue University Press, fundada en 1534 por Enrique VIII, que es la editorial más antigua del mundo.
Durante un tiempo no hubo grandes novedades, pero unos pocos siglos más tarde, el hijo de Charles Darwin, Horace, fundó la empresa Cambridge Scientific Instrument, dedicada a producir instrumentos científicos, y el resto, como suelen decir, es historia.
Hoy, esta ciudad es sede de, entre otras muchas, Frontier Developments y Jagex Games Studio, dos de los mayores creadores de juegos de computadora del Reino Unido; Abcam, el "Amazon de los anticuerpos"; y Arm Holdings, una empresa que diseña los chips que se encuentran en el 95% de los teléfonos inteligentes del mundo.

Mentes brillantes

Cambridge ha producido 11 empresas de tecnología con un valor superior a los US$1.000 millones.
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Pero igualmente importante es la diversidad de pequeñas compañías con empleados muy cualificados y el creciente número de firmas internacionales que han elegido Cambridge para abrir sus laboratorios de investigación y desarrollo.
Esta comunidad en continua evolución es como un motor en perpetuo movimiento, que atrae a mentes brillantes con suficiente inspiración para hacer las cosas de modo diferente.
Los cambios culturales han sido un ingrediente vital para el éxito de la comunidad y en concreto creemos que son tres los factores fundamentales.
El primero fue un cambio cultural en la forma de ver el "comercio", cuando la Universidad de Cambridge permitió que los profesores pudieran desempeñar tareas extra-académicas.
Ahora podemos ver el éxito de esta política en emprendedores en serie como los profesores Greg Winter de Cambridge Antibody Technology, Shankar Balasubramanian de Solexa, y Andy Hopper de Acorn Computers y Virata. La nueva generación de estudiantes está tratando de seguir su ejemplo.

Fracasos

En segundo lugar, necesitábamos superar el miedo al fracaso, típico de los británicos.
Abrir un negocio, en particular basado en una tecnología nueva, es de por sí arriesgado.
Ahora comprendemos mejor la naturaleza del fracaso y distinguimos entre causas externas, como la pérdida de financiación tras el estallido d la burbuja tecnológica, y factores internos como las malas decisiones, de las que podemos aprender y gracias a ello ha aumentado nuestra confianza.
El tercer factor es el "espíritu de Cambridge".
En el parque tecnológico de Cambridge el conocimiento se comparte. Los grupos de inversores ángeles (angel funding groups) están formados por emprendedores locales de éxito, que ofrecen su experiencia y financiación a las nuevas empresas, a las que ofrecen así un ambiente adecuado para crecer.
De hecho, Cambridge Angels, un grupo fundado hace diez años, tiene ahora tantos miembros que ha tenido que formar un segundo grupo.

Marca

Cambridge sigue evolucionando. Los 800 años de historia de la Universidad de Cambridge y sus 88 Premios Nobel desde 1904 son obviamente una ventaja, pero en algunas industrias lo importante es la "marca personal" ofrecida por un emprendedor o científico.
La gente con éxito y creativa atrae atención e inversión.
Cada vez más, estamos viendo empresas que se quedan en Cambridge tras ser adquiridas por gigantes globales como Broadcom, HP, Medimmune y Takeda, mientras que otras, como Amgen, Microsoft y Toshiba han elegido abrir aquí laboratorios de investigación y equipos de desarrollo para estar cerca de esa gente.
La fortaleza de Cambridge reside en su ecosistema en continua evolución que da empleo a miles de personas. Está sirviendo de fuente de inspiración para nuevos mercados, nuevas empresas, nuevos productos y servicios, y es sostenible.

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