Los centros de investigación agropecuaria de Brasil y Reino Unido negocian posibles asociaciones en estudios sobre el trigo para mejorar la productividad de un cereal que es vital para ambos países, informaron el día 10 fuentes oficiales brasileñas.
Los investigadores de ambas partes ya han tenido algunas aproximaciones y tienen varios motivos para aumentar los intercambios de conocimientos y de científicos, informó hoy la estatal Empresa Brasileña de Pesquisa Agropecuaria (Embrapa) en su página en internet.
El trigo es la principal cultura agrícola de Reino Unido, que, pese a no ser el mayor productor mundial del cereal, cuenta con regiones en que es medida la mayor productividad del mismo, con promedios de hasta 9.000 kilos por hectárea.
Brasil, por su parte, ha realizado avances en estudios para adaptar el trigo a sus áreas más templadas en el sur del país debido a que la cultura no es propia de las regiones tropicales, mayoritarias en el país.
Según la Embrapa, el considerado mayor centro mundial de investigaciones en agricultura tropical, muchos de los problemas del trigo en Reino Unido son semejantes a los de Brasil, como las enfermedades y el clima desfavorable para la cultura.
"Históricamente los investigadores brasileños eran destinados a Europa y a Estados Unidos para buscar conocimientos, pero ahora estamos invirtiendo ese proceso y trayendo investigadores extranjeros a Brasil", explicó el investigador de la oficina de la Embrapa en Londres, Alexandre Morais do Amaral, al referirse a los viajes de especialistas británicos a centros brasileños.
De acuerdo con Amaral, el interés de los investigadores británicos en los estudios con trigo en el sur de Brasil obedece a la semejanza del clima, cuya humedad resulta en incidencia de enfermedades fúngicas, y a que el período de lluvias coincide con las operaciones de cosecha, lo que afecta la calidad comercial del cereal.
"Reino Unido produce 14 millones de toneladas de trigo al año en un área de 1,8 millones de hectáreas, casi la misma área en que nosotros producimos 5 millones de toneladas. Es como producir toda la demanda de trigo de Brasil, de 10 millones de toneladas, y aún un excedente para exportar", según la jefe adjunta de investigaciones de Embrapa para el trigo, Ana Christina Albuquerque.
"Pero Reino Unido enfrenta lluvias durante la cosecha, así como nosotros, y tiene las mismas dificultades para mantener estable la cualidad", agregó Albuquerque.
Los investigadores brasileños y británicos iniciaron sus aproximaciones en mayo pasado en un seminario que reunió a 30 científicos de diversas instituciones que trabajan con trigo.
Actualmente trabajan en un proyecto en las áreas de biotecnología y bioinformática, también en trigo, que reúne a 30 investigadores de ambos lados.
Pero la cooperación ganó un nuevo estatus con la reciente llegada a Brasil del jefe del Departamento de Enfermedades del Instituto Rothamsted, John Lucas, que permanecerá durante seis meses en un centro de investigaciones de la Embrapa para evaluar las oportunidades de trabajos conjuntos y de intercambio de investigadores.
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