“Las declaraciones de Intel durante la reunión de inversores de ayer sobre los planes de Microsoft para la próxima versión de Windows fueron objetivamente inexactas y desafortunadamente engañosas”, ha respondido Steven Sinofsky, presidente de la división Windows de Microsoft, según recoge International Business Times. “Desde las primeras demostraciones de Windows en SoC, hemos sido claros acerca de nuestros objetivos y hemos hecho hincapié en que estamos en la fase de demostración de tecnología”.
Sinofsky se refiere a que en enero ya explicó que la estrategia principal sería dar soporte a las plataformas ARM de Nvidia, Qualcomm y Texas Instruments, sin olvidarse de los procesadores x84 y x86.
El desmentido concluye con un “no tenemos más detalles o información en este momento”, lo que significa que Microsoft no va a decir exactamente qué parte de las declaraciones de Intel es falsa: la que hacía referencia a las aplicaciones heredadas, la que explicaba las cuatro versiones de Windows 8 para ARM, o ambas.
Y es que Renée James, vicepresidenta senior y directora general de software de Intel, sugirió que los de Redmond estaban fabricando diferentes versiones de Windows 8, cuatro para dispositivos basados en tecnología ARM y uno para ordenadores con procesadores Intel. Los primeros, aseguró, no serán capaces de ejecutar software antiguo, sólo “nuevas aplicaciones o aplicaciones basadas en la nube”.
Microsoft no aporta ejemplos específicos para contrarrestar las afirmaciones del fabricante de chips. La vaguedad de sus palabras significa que James podría tener algo de razón y que la incapacidad de ejecutar aplicaciones heredadas entorpecerá la adopción de Windows-ARM entre empresas y consumidores.
Habrá que esperar a que Microsoft explique con más detalle las características de su nuevo sistema operativo durante su conferencia de desarrolladores que se celebrará en septiembre.
eWeek
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