Esta historia comienza hace unos meses, cuando Silvia Chicón y Carlota Fernández se conocieron en un máster de producción de televisión. Ambas habían estudiado comunicación audiovisual en Madrid y querían sacarle más brillo al currículum aumentando conocimientos.
Como proyecto de fin de curso tuvieron que elegir en qué soporte publicar y, como tenían claro que querían darle continuidad, eligieron Internet, que era el más barato. Y así nació «Asqueadas», una serie online, en la que se cuentan las peripecias de 3 jóvenes que no llegan a mileuristas por sobrevivir, en clave de comedia crítica y con un fondo autobiográfico.
Después de terminar el máster, Silvia y Carlota, convertidas ya en codirectoras, pusieron un anuncio en Internet, pidiendo actores y técnicos que quisieran trabajar gratis en el proyecto. Y así llegaron Irene Domingo (script), Nico Mazzini (director de fotografía), Santi Capuz (cámara) y Míchel Arenas (sonidista). Al equipo también se unió Ignacia Moreno como productora de la serie.
El primer capítulo de «Asqueadas» se publicó en Vimeo y YouTube en febrero de este año y la página web www.asqueadas.com ya ha recibido más de 15.000 visitas. La clave ha sido meterse también en Facebook (www.facebook.com/asqueadaslaserie), donde tienen más de 1.000 seguidores.
Ya han publicado 3 capítulos en Internet de los 12 previstos y a finales de mayo se publicará la cuarta entrega que, en palabras de Carlota Fernández, una de las codirectoras, «tiene mucho que ver con la situación de indignación que estamos viviendo estos días».
Uno de los aspectos que le gusta destacar de la serie es que el equipo de dirección y producción está compuesto por mujeres, algo inusual en los ejemplos más conocidos hasta la fecha, las series «Malviviendo» y «Niña repelente».
El éxito de «Asqueadas» en Internet no es de extrañar, ya que refleja una sátira del mundo real. Cada capítulo tiene su propia trama y en ella las actrices Ana Villodre, Angela Monje y María Osuna, interpretan a una becaria en una productora de TV, una enfermera a la que siempre le tocan los turnos de noche y a una arquitecta que tiene que reinventarse porque no encuentra trabajo, respectivamente. Todas ellas no llegan a mileuristas y se enfrentan con el día a día de la sociedad actual.
El sueño que persiguen está claro, quieren financiación para pagar dignamente a los que han colaborado en la serie y vivir de su trabajo. No descartan la posibilidad de saltar a otro soporte como la televisión o conseguir patrocinio para la serie en Internet. Lo que haga falta para seguir haciendo realidad un sueño.
Canarias7
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