“Por mucho que hayan leído u oído hablar de cómo se hacen negocios en Silicon Valley, nunca se sabe cómo es la experiencia realmente hasta que no se vive de primera mano”. Así explica Ignacio Pizarro, Business Meetings Analyst de Opinno el primer contacto de los emprendedores con el auténtico ágora de las TIC, un encuentro que en algunos casos nunca llega a producirse pero que desde su compañía intentan hacer posible.
Poner en común a los capitalistas y a los inversores del valle del silicio con start-ups españolas y europeas es el motor principal de esta firma -start-up a su vez- y uno de sus leitmotivs. Opinno nacía hace dos años y medio en Madrid, pero con la mirada puesta en San Francisco desde el principio. En la actualidad están presentes en la ciudad de los tranvías en Pier 38, una incubadora en plena bahía que acoge a 20 o 25 start-ups, a las que proporcionan asesoramiento, logística, contactos, soporte para eventos, etc. Además, cuentan con instalaciones en Boston, Chicago, Sao Paulo, Medellín, Santiago, Montevideo y Londres.
Opinno dispone de diferentes programas, competiciones y premios para identificar a las start-ups comunitarias prometedoras y poder llevarlas a Estados Unidos. Para su encomienda cuentan con el apoyo de algunos institutos de comercio exterior nacionales, como el ICEX, a los que lanzan propuestas que generalmente son bien aceptadas.
En este marco la firma acaba de posibilitar la visita de una veintena de compañías emergentes españolas a Silicon Valley a través de la iniciativa “Digital Spain”, contando con el respaldo de esta institución, así como de Red.es y adigital. Allí, los emprendedores ibéricos seleccionados han podido hablar de primera mano con firmas de capital americanas para venderles sus ideas y proyectos.
Pizarro explica como uno de los aspectos de estos encuentros que más sorprenden a los representantes españoles es su brevedad. “Son formatos de conversaciones muy reducidas. Los inversores están muy acostumbrados a este tipo de reuniones y no van a hacerte perder el tiempo ni perder el suyo”, aclara el responsable. “Tienes que ser capaz de exponer tu plan de negocio en 5 minutos y en ese breve lapso recibirás un feedback de valor”.
Además de esta especie de ‘speed-dating’, las empresas participantes en los programas se relacionan con instituciones y con abogados locales para tratar temas de inmigración o visados, propiedad intelectual, patentes, efectos de nóminas, seguridad social y son informadas de cómo son las entrevistas de trabajo en Estados Unidos o las buenas praxis en recursos humanos.
No obstante, el analista destaca que estos viajes no tienen como objetivo fundamental que las empresas consigan afincarse en el meollo de las nuevas tecnologías a la primera. “Pueden tener la idea confusa inicial de que van a cerrar el contrato de sus sueños con un proveedor o un socio capitalista. Si el producto es bueno y encaja en el plan estratégico de un inversor quizá lo consigan, pero esa nuestra función, sino dar la oportunidad a esas empresas de un contacto inicial y que se aprendan a desenvolver en Silicon Valley”, comenta Pizarro.
ITespresso
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