Las obras de arte son piezas tan delicadas que un leve impacto o golpe durante su traslado puede deteriorar gravemente su belleza innata. Por ello velar por su protección se erige en una labor cada vez más esencial para las pinacotecas vascas.
La empresa vasca EUN ha revolucionado la custodia de los cuadros en museos al desarrollar un pionero sistema que posibilita su protección ante posibles golpes por frenadas bruscas o vibraciones provocadas por el movimiento. "Vimos que era necesario ofrecer una tecnología para conservar estas obras de arte con un sistema más eficiente que los que se emplean tradicionalmente", explica Iñigo Eguren , director de grupo EUN.
El novedoso sistema consta de una serie de mamparas deslizantes enrejilladas que permiten proteger los lienzos y son capaces de absorber las vibraciones emitidas por el movimiento del cuadro.
El dispositivo evita además el impacto provocado ante posibles frenadas o paradas bruscas en los traslados de las piezas. "Dispone de dispositivos que amortiguan los impactos, así como de frenos de posicionamiento para su protección en operaciones de carga y descarga o cierres centralizados que bloquean automáticamente la mampara con cerraduras de seguridad".
"Los sistemas que hemos ideado están pensados para proteger a las obras de factores nocivos para su conservación como la luz o el polvo, así como para facilitar el orden y el espacio en los depósito de las pinacotecas para poder optimizar el almacenamiento de las piezas".
El proyecto germinó hace un año cuando esta empresa, especializada en la fabricación de sistemas de archivo para oficinas y bibliotecas, decidió dar un giro a su nicho de mercado y apostó por "innovar tecnológicamente" en un equipamiento cada vez más necesario para los museos vascos.
"Se trata de un sistema pionero en España y lo hemos implementado ya en dos museos. Garantiza la conservación de los cuadros durante su desplazamiento", detallan los responsables de este novedoso proyecto.
En paralelo a estos dispositivos, los rectores de la empresa apoyados por su departamento de I+D+i, han desarrollado para el Museo Reina Sofía de Madrid unas cajoneras –de 2,5 metros de altura por 1,20 metros de profundidad– destinados a conservar tapices de época. Estos equipamientos incorporan también mesas de trabajo para facilitar la labor de los expertos restauradores de la pinacoteca.
"Son cajones sellados y en condiciones de ausencia de humedad que no dañan el cuadro a lo largo de su estancia en las salas de conservación".
Una de las principales ventajas que ofrecen estos sistemas, en palabras del responsable de la firma es el "ahorro que supone la aplicación de esta avanzada tecnología en la gestión del espacio del museo".
A esta prestación une la protección que proporciona ante la influencia de factores como la climatización que pueden deteriorar la calidad de las obras de arte de la pinacoteca.
"Su principal objetivo es asegurar la trazabilidad del cuadro, rebajando el coste que supone el metro cuadrado del centro porque ahorra al máximo el espacio disponible", subraya Eguren quien cifra en un aprovechamiento de "más del doble del espacio", en comparación con los métodos tradicionales.
Junto a estos servicios tecnológicos punteros, la empresa ha desarrollado un innovador sistema de muebles "a medida" con cierres de persiana y un material especial de caucho que "sirve para proteger a las obras de la invasión de polvo". "A esto añaden filtros que permiten respirar a los cuadros en el interior de los depósitos", concluye.
El Mundo
La empresa vasca EUN ha revolucionado la custodia de los cuadros en museos al desarrollar un pionero sistema que posibilita su protección ante posibles golpes por frenadas bruscas o vibraciones provocadas por el movimiento. "Vimos que era necesario ofrecer una tecnología para conservar estas obras de arte con un sistema más eficiente que los que se emplean tradicionalmente", explica Iñigo Eguren , director de grupo EUN.
El novedoso sistema consta de una serie de mamparas deslizantes enrejilladas que permiten proteger los lienzos y son capaces de absorber las vibraciones emitidas por el movimiento del cuadro.
El dispositivo evita además el impacto provocado ante posibles frenadas o paradas bruscas en los traslados de las piezas. "Dispone de dispositivos que amortiguan los impactos, así como de frenos de posicionamiento para su protección en operaciones de carga y descarga o cierres centralizados que bloquean automáticamente la mampara con cerraduras de seguridad".
"Los sistemas que hemos ideado están pensados para proteger a las obras de factores nocivos para su conservación como la luz o el polvo, así como para facilitar el orden y el espacio en los depósito de las pinacotecas para poder optimizar el almacenamiento de las piezas".
El proyecto germinó hace un año cuando esta empresa, especializada en la fabricación de sistemas de archivo para oficinas y bibliotecas, decidió dar un giro a su nicho de mercado y apostó por "innovar tecnológicamente" en un equipamiento cada vez más necesario para los museos vascos.
"Se trata de un sistema pionero en España y lo hemos implementado ya en dos museos. Garantiza la conservación de los cuadros durante su desplazamiento", detallan los responsables de este novedoso proyecto.
En paralelo a estos dispositivos, los rectores de la empresa apoyados por su departamento de I+D+i, han desarrollado para el Museo Reina Sofía de Madrid unas cajoneras –de 2,5 metros de altura por 1,20 metros de profundidad– destinados a conservar tapices de época. Estos equipamientos incorporan también mesas de trabajo para facilitar la labor de los expertos restauradores de la pinacoteca.
"Son cajones sellados y en condiciones de ausencia de humedad que no dañan el cuadro a lo largo de su estancia en las salas de conservación".
Una de las principales ventajas que ofrecen estos sistemas, en palabras del responsable de la firma es el "ahorro que supone la aplicación de esta avanzada tecnología en la gestión del espacio del museo".
A esta prestación une la protección que proporciona ante la influencia de factores como la climatización que pueden deteriorar la calidad de las obras de arte de la pinacoteca.
"Su principal objetivo es asegurar la trazabilidad del cuadro, rebajando el coste que supone el metro cuadrado del centro porque ahorra al máximo el espacio disponible", subraya Eguren quien cifra en un aprovechamiento de "más del doble del espacio", en comparación con los métodos tradicionales.
Junto a estos servicios tecnológicos punteros, la empresa ha desarrollado un innovador sistema de muebles "a medida" con cierres de persiana y un material especial de caucho que "sirve para proteger a las obras de la invasión de polvo". "A esto añaden filtros que permiten respirar a los cuadros en el interior de los depósitos", concluye.
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