Casi una semana después de haber cerrado la red online de la consola Playstation por supuestos trabajos de mantenimiento, Sony ha reconocido finalmente que ha sido objeto del que posiblemente sea el mayor ataque informático a una empresa de la historia. Un pirata puede haber obtenido el nombre, la dirección, el correo electrónico, la fecha de nacimiento y las contraseñas para entrar en la red de PlayStation podrían estar en posesión de una tercera persona ajena a su entidad que logró burlar sus sistemas de seguridad.
La compañía indicó que aunque no tiene "evidencias" de que el pirata informático se hiciera con los números de las tarjetas de crédito de los usuarios y la fecha de caducidad de las mismas, no descartó esa posibilidad y alertó a sus clientes para que tomaran precauciones.
Este anuncio es preocupante, dado que muchos usuarios usan las mismas contraseñas para diversos servicios, lo que convierte en sumamente valiosa la información sustraída.
Este anuncio por parte de Sony ha provocado la huída de los inversores en el ínidice Nikkei. Los títulos de la compañía cayeron el 2% en la sesión de hoy, y acumulan un retroceso del 19,2% en lo que va de año.
La Bolsa no solo ha castigado el pirateo en sí, sino la tardanza de la compañía en reconocer los hechos. No fue hasta ayer que Sony reconoció que cinco días atrás se había visto obligada a desconectar la red de Playstation debido a una "intrusión externa", aunque se limitó a asegurar que era por trabajos de mantenimiento.
El caso Epsylon
Este anuncio por parte de Sony se produce menos de un mes después de que la empresa de marketing Epsylon anunciase que un ataque informático había llevado al robo de los datos de 40 millones de correos electrónicos de unas 600 compañías, entre ellas Citigroup, JPMorgan, US Bancorp, Best Buy o Walgreen.
En enero de 2009, la estadounidense Heartland Payment Systems sufrió otro hackeado que llevó a la sustracción de los datos de 100 millones de tarjetas de crédito y débito. En marzo de 2007, TK Maxx sufrió un suceso similar, 46 millones de tarjetas afectadas.
Cinco Dias
La compañía indicó que aunque no tiene "evidencias" de que el pirata informático se hiciera con los números de las tarjetas de crédito de los usuarios y la fecha de caducidad de las mismas, no descartó esa posibilidad y alertó a sus clientes para que tomaran precauciones.
Este anuncio es preocupante, dado que muchos usuarios usan las mismas contraseñas para diversos servicios, lo que convierte en sumamente valiosa la información sustraída.
Este anuncio por parte de Sony ha provocado la huída de los inversores en el ínidice Nikkei. Los títulos de la compañía cayeron el 2% en la sesión de hoy, y acumulan un retroceso del 19,2% en lo que va de año.
La Bolsa no solo ha castigado el pirateo en sí, sino la tardanza de la compañía en reconocer los hechos. No fue hasta ayer que Sony reconoció que cinco días atrás se había visto obligada a desconectar la red de Playstation debido a una "intrusión externa", aunque se limitó a asegurar que era por trabajos de mantenimiento.
El caso Epsylon
Este anuncio por parte de Sony se produce menos de un mes después de que la empresa de marketing Epsylon anunciase que un ataque informático había llevado al robo de los datos de 40 millones de correos electrónicos de unas 600 compañías, entre ellas Citigroup, JPMorgan, US Bancorp, Best Buy o Walgreen.
En enero de 2009, la estadounidense Heartland Payment Systems sufrió otro hackeado que llevó a la sustracción de los datos de 100 millones de tarjetas de crédito y débito. En marzo de 2007, TK Maxx sufrió un suceso similar, 46 millones de tarjetas afectadas.
Cinco Dias
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