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2011/04/11

Fotosíntesis artificial para una central de energía personal

Los seres humanos, como animales inteligentes, hemos envidiado a las plantas desde que sabemos que son capaces de generar su propia energía. Las plantas pueden tomar la luz del sol y las sales minerales del suelo, y mediante la fotosíntesis generar la energía necesaria para vivir. Nosotros los animales no podemos, por lo tanto nuestra solución biológica es comernos a las plantas para tomar su energía y hacerla nuestra.
Así es que científicos e ingenieros vienen intentando emular a las plantas desde hace décadas y décadas. Ahora el renombrado investigador Daniel Nocera y su equipo lo han logrado en el Instituto Tecnológico de Massachusetts. Con un dispositivo del tamaño de una carta de póker han logrado convertir luz solar y agua en energía y, según los investigadores, con una eficiencia diez veces mejor que la de las hojas vegetales.
El pequeño dispositivo fue fabricado con silicio, material electrónico y un catalizador, sustancias que aceleran las reacciones químicas que de otro modo no ocurrirían o lo harían más lentamente.
Según claman los investigadores, ese pequeño panel solar catalizador, con apenas tres litros de agua, y bajo el sol, pueden generar energía suficiente para alimentar a un hogar durante un día. Para que logre esto, se lo coloca en un recipiente con agua bajo la luz directa del sol y allí divide el agua en sus dos componentes: hidrógeno y oxígeno. Estos son almacenados en una célula de energía, que luego se utiliza para producir electricidad.
En laboratorio el prototipo se llegó a medir su eficiencia a lo largo de 45 horas, y no tuvo ni una baja en su actividad. Lo interesante es que será barato, ya que los materiales con que está hecho el dispositivo también lo son: níquel y cobalto.
"Una hoja de planta artificial ha sido el Santo Grial de la ciencia por décadas", dijo Daniel Nocera durante la presentación de esta maravilla tecnológica en Anaheim, California. "Creemos que lo hemos logrado. Este dispositivo muestra promesas particulares como una fuente de energía barata para los hogares de los países en vías de desarrollo. Nuestra meta es hacer que cada hogar tenga su propia central de energía".
Daniel Nocera es un químico estadounidense de unos 50 años de edad. Saltó a la fama en 2007 cuando comenzó con la búsqueda de lo que él llama el Santo Grial, es decir, imitar la fotosíntesis de las hojas. En aquel año dijo que conquistar el secreto de las plantas llevaría a lograr un almacenamiento de la energía solar como combustible químico de una forma económica. Ahora él y su grupo claman haber logrado alcanzar este Santo Grial de la tecnología.
Hemos visto muchos descubrimientos similares anunciados por científicos e ingenieros, como el que discutimos aquí de científicos de Caltech , pero este parece estar destinado a no quedarse en titulares llamativos, ya que al parecer desde octubre del año pasado Nocera y su equipo han firmado un acuerdo con Tata Group para comercializar el invento y lanzarlo al mercado masivo.
Tata Group es un conglomerado multinacional que tiene su base en la India, en Bombay. Es la corporación más grande de la India, lidia con químicos, acero, coches, tecnología informática, comunicaciones, energía, y un largo etc.
Pero la más famosa entre quienes están a favor de la sustentabilidad es la empresa Tata Motors, que aparte de ser dueña de Jaguar, Land Rover y Daewoo, han apostado mucho por los coches híbridos, eléctricos y hasta por diseños propios de coches que funcionan con aire comprimido, el Tata OneCAT. Tata también ha creado un purificador de agua que no necesita electricidad, ni hervir el agua.
Con el respaldo de un grupo tan poderoso como Tata, el invento de Nocera puede llegar al mercado sin que transcurran décadas. Voceros de Tata, dijeron que en un año y medio ya tendrán un prototipo que pueda alimentar de electricidad a un hogar de una familia tipo en la India. Pero no hay que ilusionarse con una revolución energética en el corto plazo dado que el invento de Nocera apenas está en sus primeras etapas.

La Nacion

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