Según un reciente estudio de la Universidad de Dartmouth publicado en Psychological Science, los ojos son el factor más importante a la hora de imprimir vida a un personaje o avatar virtual.
Hoy en día es posible crear texturas fotorrealistas, un modelaje exacto e incluso detalladas animaciones que representen pequeños tics faciales, pero sin un estudio correcto de los ojos y de su movimiento, el personaje creado no será más que una marioneta sin vida. No obstante si el parecido es demasiado alto es posible que el personaje caiga en el famoso "Uncanny Valley", un límite difuso en el que la creación dejaría de asombrar por su credibilidad y empezaría a resultar desagradable e inquietante para el observador.
"Hay algo fundamentalmente importante sobre ver una cara y comprobar que en su cabeza las luces están encendidas y hay alguien en casa," afirma Thalia Wheatley del Dartmouth College, responsable del estudio junto a Christine Looser.
Para realizar el estudio se compararon varias caras de humanos con rostros de muñecas de juguete que guardaban cierto parecido entre sí. Utilizando la técnica del morphing se creó una animación por ordenador que generó todos los estadios intermedios de la transición entre las dos caras. Después se utilizaron voluntarios para enseñarles varias imágenes del proceso y preguntarles si creían que los rostros pertenecían a una persona real.
Como puede verse en el vídeo que acompaña esta noticia, en el proceso de morphing los ojos se agrandan y adquieren unas medidas desproporcionadas. Un estudio posterior determinó que de todos los rasgos faciales, los ojos eran la parte más importante a la hora de determinar si las imágenes pertenecían a una persona real o no.
Weatley dijo que "todos buscamos conexiones con los demás. Cuando reconocemos vida en una cara pensamos que se trata de una mente con la que podemos conectar".
Vandal
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