El negocio de los microprocesadores se encuentra en un estado nada habitual. Mientras la estrategia de Intel es expandirse al segmento móvil con nuevos chips de menor consumo, ARM, que es líder en este mercado, quiere apostar fuertemente para acceder también al negocio de servidores, donde espera convertirse durante los próximos años en un duro competidor del mayor fabricante de semiconductores.
Así lo ha hecho saber Warren East, CEO de ARM, que tiene claro hacia dónde se dirigirán los grandes fabricantes y ensambladores que participan en la construcción de los centros de datos: La eficiencia energética. Es en ese campo donde ARM tiene claras posibilidades de triunfar ya que su arquitectura es ideal para reducir el consumo eléctrico de los servidores, algo que en la actualidad es un problema para las compañías. “Los fabricantes de servidores están considerando de forma activa las arquitecturas de ARM para mejorar su eficiencia energética”, aseguraba Warren East en una entrevista a Bloomberg.
Pero East tiene claro que esta lucha no se producirá hasta al menos 2014, entre otras cosas porque Intel disfruta del 90% de cuota de mercado global en el segmento de servidores. En este sentido, hace algunos meses ya adelantamos que los futuros procesadores Cortex-A15 ofrecerán funcionalidades de virtualización en unos encapsulados de muy bajo consumo energético, lo que abriría las puertas a servidores muy eficientes, ideales para silos de máquinas como las utilizadas en el despliegue de servicios cloud.
Estos chips ofrecerán una frecuencia de proceso de 2,5 GHz y diseños de hasta 16 núcleos. “Estas características nos abrirán las puertas a nuevos productos”, señalaban desde ARM.
eWeek
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