Un parche que se coloca en la piel y suministra una vacuna sin necesidad del doloroso pinchazo de una aguja fue desarrollado por científicos en Estados Unidos.
Según los investigadores, el parche -que cuenta con cientos de agujas microscópicas que se disuelven en la piel- demostró mejorar la efectividad de inmunizaciones como la influenza.Las pruebas llevadas a cabo con ratones mostraron que la tecnología puede producir una mejor respuesta inmune que una vacuna convencional.
Según los científicos, que publican el avance en la revista Nature Medicine, el parche podría eventualmente permitir que la gente se inocule a sí misma, lo cual podría ayudar a prevenir muchas enfermedades y salvar vidas.
Mejor inmunización
La tecnología, desarrollada por investigadores de la Universidad de Emory y el Instituto de Tecnología de Georgia, contiene 100 "microagujas" que miden solo 650 micrómetros (0.065 milímetros) de largo.Éstas están diseñadas para penetrar las capas superiores de la piel disolviéndose al hacer contacto.
Para probar la tecnología los investigadores cargaron las agujas con una vacuna de influenza.
Un grupo de ratones recibió la inoculación utilizando agujas hipodérmicas tradicionales y otro grupo fue inoculado con el parche.
Un tercer grupo de animales recibió un parche que no tenía compuesto activo.
Tres meses después, cuando los animales habían sido infectados con el virus de gripe, el equipo descubrió que el parche produjo una respuesta inmune más efectiva que la inoculación estándar.
"La piel es un sitio particularmente atractivo para la inmunización porque contiene una abundancia de tipos celulares que son importantes para generar una respuesta inmune a las vacunas", explica el profesor Richard Compans, de la Universidad de Emory.
Según los científicos, si se demuestra que el parche es efectivo en las pruebas con humanos, esto podría significar el fin de la necesidad de entrenamiento médico para suministrar vacunas.
Además, la tecnología podría convertir a la inmunización en un procedimiento indoloro que la gente podría llevar a cabo sola.
También simplificaría los programas de vacunación a gran escala durante una pandemia y eliminaría los temores del uso estéril aguas hipodérmicas y el problema de su desecho.
Autoadministrada
"Otra ventaja de estas microagujas es que la vacuna está presente en una fórmula seca, lo cual mejora su estabilidad durante la distribución y almacenamiento", dice la profesora Ioanna Skountzou, otra de las investigadoras.Aunque el estudio sólo analizó la respuesta de una vacuna de influenza, se espera que la tecnología pueda ser utilizada también con otras inmunizaciones.
Y el parche no sería más costoso que las vacunas con agujas tradicionales.
"Imaginamos que la gente podrá obtener el parche por correo o en una farmacia y después autoadministrárselo en casa", afirma el profesor Sean Sullivan quien dirigió el estudio en el Instituto de Tecnología de Georgia.
"Debido a que las microagujas del parche se disuelven en la piel no quedan restos peligrosos de agujas puntiagudas", agrega.
Las microagujas están hechas de un material polímero, llamado polivinilpirrolidona o PVP, que se disuelve en el agua y que ha demostrado ser seguro para uso en el organismo humano.
Los investigadores creen que la tecnología podría ser una herramienta muy útil principalmente en los países en desarrollo donde la pobre infraestructura médica a menudo provoca la reutilización de agujas hipodérmicas, lo que contribuye a la propagación de enfermedades como VIH y hepatitis B.
Tal como explica el profesor Compans, la vacuna no tiene que penetrar profundamente en la piel porque las células inmunes están presentes justo debajo de la superficie.
Todavía, sin embargo, hace falta llevar a cabo más ensayos clínicos para demostrar la seguridad y efectividad de la tecnología en el ser humano.
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