Los resultados desfavorables a la coalición de centro-izquierda que gobierna Japón en las elecciones de este domingo podrían poner en peligro la puesta en práctica de las medidas para la recuperación económica del país.
El Partido Democrático de Japón (PDJ) perdió la mayoría en la cámara alta del Parlamento al obtener sólo 44 escaños, muy por debajo de los 54 esperados por el primer ministro Naoto Kan.Los resultados suponen un duro revés para el PDJ y sus aliados, y los analistas se preguntan si pondrán en peligro las políticas Kan tendientes a reducir la enorme deuda pública del país.
Kan, quien asumió su cargo hace tan sólo un mes como el quinto primer ministro japonés desde 2006, ya anunció que no va a dimitir.
El PDJ llegó al poder en agosto, poniendo fin a más de medio siglo de dominio de la agrupación que ahora está en la oposición, el Partido Democrático Liberal, el cual obtuvo 51 escaños en estas elecciones.
En los comicios se renovó la mitad de los asientos de la cámara alta (121).
Los 44 conseguidos por el PDJ en estas elecciones, más los 62 que mantenía antes de ellas, suman un total de 106, muy por debajo de los 122 necesarios para alcanzar la mayoría.
Nuevas alianzas
El corresponsal de la BBC en Tokio, Roland Buerk, comenta que la derrota no impedirá a Kan seguir en el poder debido a que el PDJ controla la cámara baja.No obstante, el primer ministro tendrá que trabajar en la búsqueda de nuevas alianzas para impulsar sus planes de reforma fiscal.
Las encuestas a boca de urna sugieren que los votantes castigaron al PDJ, aparentemente preocupados por las declaraciones de Kan de que podría aumentar el impuesto al consumo, que actualmente se sitúa en el 5%.
El primer ministro ha hecho de la reforma de las cuentas públicas la prioridad de su gestión y anunció recientemente un plan de ajuste fiscal para tratar de reducir la deuda pública japonesa, que representa cerca del 200% de su Producto Interno Bruto (PIB) y es la más cuantiosa entre los países industrializados.
El gobierno planea congelar los gastos durante al menos tres años en un intento de evitar un colapso similar al griego y se comprometió a mantener las emisiones de bonos del Tesoro por debajo de los US$486.000 millones hasta 2013.
En cuanto al incremento del impuesto al consumo, Kan dijo que lo estaba considerando, aunque no de manera inmediata, explica Buerk.
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