Muchos años han transcurrido desde que Roger Fenton captara la primera instantánea de una guerra. Fue en el año 1854, en la guerra de Crimea. Desde entonces, muchos nombres han pasado a la historia del fotoperiodismo. Jacob Riis, pionero en introducir imágenes en un periódico, Hans Baumann, con un reportaje gráfico sobre Benito Mussolini, y más recientemente Robert Capa y Henri Cartier-Bresson, fundadores de la agencia fotográfica Magnum.
Sin embargo, ahora la labor de los reporteros gráficos está infravalorada. Al menos así lo entiende el fotógrafo de la agencia Associated Press Emilio Morenatti, que el año pasado perdió un pie mientras retrataba la guerra de Afganistán. "Creo que está menos valorada porque las nuevas tecnologías han abaratado todo y hemos entrado en una gran saturación informativa", responde Morenatti a través de un correo electrónico.
En este sentido, Javier Bauluz, premio Pulitzer en 1995 por sus imágenes del genocidio en Ruanda y director del 14º Encuentro Internacional de Foto y Periodismo que comenzó ayer en Gijón, apunta que a la fotografía "no se le da el mérito que tiene". El motivo: "la calidad fotográfica, con eso de que con la tecnología es más fácil tomar una imagen, se valora menos".
Son muchos los retos que tiene que afrontar actualmente el fotoperiodismo. Para superarlos con éxito, Morenatti apela a la verdad y al trabajo con rigor. En su opinión, el principal reto de la profesión es "contar exclusivamente la verdad sin manipular, sin ni siquiera alterar la realidad que hay que captar". Bauluz va más lejos y prefiere no distinguir fotoperiodismo de la propia profesión periodística. Contesta tajante y se muestra totalmente convencido: "Si no se invierte ni dinero ni tiempo es prácticamente imposible construir edificios sólidos".
Mejor en agencias
Evidentemente, Morenatti no va a tirarse piedras contra su propio tejado. "Las agencias internacionales son las únicas que están permanentemente en las zonas de conflicto. El resto de medios apenas se pueden permitir el lujo de mantener redes de fotógrafos en el terreno", opina. Bauluz discrepa. Matiza que estar dentro de una agencia "no es garantía de nada".El ganador del Pulitzer arremete contra el periodismo actual y subraya que todo está en el aire, "las prioridades de los medios ahora son el negocio y hacer cuanto más dinero mejor". Él se ganó la vida como freelance. Pone el ejemplo de cómo era su día a día para comparar la situación: "Si antes invertías tu esfuerzo en hacer una historia buena, quedaba algún espacio en los medios para publicarlo. Ahora no hay ni espacio ni tampoco dinero". Morenatti, en cierta medida, apoya la tesis de Bauluz. "Hace falta conseguir más medios que estén interesados en un auténtico fotoperiodismo", sentencia.
Pero el futuro para los reporteros gráficos no es tan sombrío. Bauluz apela a una frase de Eduardo Galeano para corregir esta situación: "Hay que respetar la dignidad de los nadies" tal y como consigue con sus imágenes Sebastiao Salgado. Morenatti, en cambio, prefiere a Capa. Retoca su frase de "si tu foto no es buena, es porque no estabas lo suficientemente cerca". Él apuesta por "dar un par de pasos hacia atrás para conseguir una buena perspectiva".
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