Cada día un millón de trabajadores falta a su puesto de trabajo en España sin justificación alguna. Este absentismo laboral tiene un coste social y económico para el tejido empresarial de más de 13.000 millones de euros, el 1,3% del producto interior bruto, según datos de la CEOE. La factura del absentismo por empleado se sitúa en una media de 2.500 de euros al año.
Aunque se ha moderado a causa de la crisis por el miedo a los despidos, la picaresca para engañar al médico o al jefe es una práctica antigua que tiene ahora en internet una fuente inagotable de ideas. En los últimos años han proliferado webs, blogs y foros especializados en informar y formar sobre el arte de las excusas, los síntomas simulados y las enfermedades autoinfringidas.
Entre las artimañas para ponerse enfermo que se explican destaca la combinación indigesta de alimentos, como comer melón y después beber leche, o trocear frutas variadas para meterlas al microondas y comerlas calientes, lo que puede provocar un fuerte dolor de estómago durante tres o cuatro días. Otro truco cada vez más popular consiste en situar un casco de cebolla bajo la axila para provocar una reacción alérgica. Otras prácticas pueden entrañar graves riesgos para la salud, como por ejemplo comer tiza o esnifar fósforo.
Asimismo, abundan los foros y blogs donde se intercambian consejos y experiencias sobre cómo causarse fiebre, cómo lograr engañar al doctor y al Inem o qué hacer si te pillan por una falsa baja laboral. Incluso en un foro se puede leer la experiencia de un ciudadano que consiguió engañar a un tribunal médico.
Por si fuera poco, existen empresas, como Tucoartada.com , donde se ofrecen servicios profesionales de falsas coartadas para infidelidades y, según se asegura en algunos foros, también proveen esquelas de asistencia a un funeral para poder ausentarse del trabajo.
Francisco Canals, tertuliano en distintos programas de televisión y director de la Agencia para la Picaresca, una agencia de noticias especializada en fraudes y timos, señala que existen dos perfiles de absentistas que recurren a internet en busca de trucos. En primer lugar, "el ausente laboral espontáneo o caradura" que finge un dolor de espalda o de cabeza y, en segundo, "el profesional del engaño que se dedica a estafar a la empresa o a la Seguridad Social con el fin de cobrar un subsidio". En opinión de Canals, la gran víctima de este tipo de prácticas son las grandes empresas, donde se pasa más desapercibido que en las pequeñas compañías.
Según el Informe de crecimiento y productividad del Instituto de la Empresa Familiar (IEF), el absentismo aumenta "cuanto más al sur y más cerca del mar". A nivel sectorial, según datos del Instituto Saratoga de PricewaterhouseCoopers (PwC), el sector retail y de ocio ha experimentado entre 2007 y 2010 un notable aumento del absentismo laboral entre el personal no directivo, al pasar del 4,2% al 6,9%. Los sectores industrial, público y de servicios registran en este periodo los mayores niveles de absentismo, entre el 5% y el 6%. Sin embargo, en el sector servicios se ha pasado del 6,6% al 5,1% en estos tres años.
Por otro lado, los resultados económicos de las empresas tienen una correlación con el absentismo, de tal forma que las empresas con pérdidas presentan índices de absentismo mayores . Asimismo, en las empresas más pequeñas la ausencia injustificada ha bajado un 14,55%, pasando de un 5,5% a un 4,7% entre 2007 y 2010, mientras que en las empresas más grandes, por encima de 25.000 empleados, ha crecido al pasar de un 4,5% de media a un 5,1%.
Aunque se ha moderado a causa de la crisis por el miedo a los despidos, la picaresca para engañar al médico o al jefe es una práctica antigua que tiene ahora en internet una fuente inagotable de ideas. En los últimos años han proliferado webs, blogs y foros especializados en informar y formar sobre el arte de las excusas, los síntomas simulados y las enfermedades autoinfringidas.
Entre las artimañas para ponerse enfermo que se explican destaca la combinación indigesta de alimentos, como comer melón y después beber leche, o trocear frutas variadas para meterlas al microondas y comerlas calientes, lo que puede provocar un fuerte dolor de estómago durante tres o cuatro días. Otro truco cada vez más popular consiste en situar un casco de cebolla bajo la axila para provocar una reacción alérgica. Otras prácticas pueden entrañar graves riesgos para la salud, como por ejemplo comer tiza o esnifar fósforo.
Asimismo, abundan los foros y blogs donde se intercambian consejos y experiencias sobre cómo causarse fiebre, cómo lograr engañar al doctor y al Inem o qué hacer si te pillan por una falsa baja laboral. Incluso en un foro se puede leer la experiencia de un ciudadano que consiguió engañar a un tribunal médico.
Por si fuera poco, existen empresas, como Tucoartada.com , donde se ofrecen servicios profesionales de falsas coartadas para infidelidades y, según se asegura en algunos foros, también proveen esquelas de asistencia a un funeral para poder ausentarse del trabajo.
Francisco Canals, tertuliano en distintos programas de televisión y director de la Agencia para la Picaresca, una agencia de noticias especializada en fraudes y timos, señala que existen dos perfiles de absentistas que recurren a internet en busca de trucos. En primer lugar, "el ausente laboral espontáneo o caradura" que finge un dolor de espalda o de cabeza y, en segundo, "el profesional del engaño que se dedica a estafar a la empresa o a la Seguridad Social con el fin de cobrar un subsidio". En opinión de Canals, la gran víctima de este tipo de prácticas son las grandes empresas, donde se pasa más desapercibido que en las pequeñas compañías.
Según el Informe de crecimiento y productividad del Instituto de la Empresa Familiar (IEF), el absentismo aumenta "cuanto más al sur y más cerca del mar". A nivel sectorial, según datos del Instituto Saratoga de PricewaterhouseCoopers (PwC), el sector retail y de ocio ha experimentado entre 2007 y 2010 un notable aumento del absentismo laboral entre el personal no directivo, al pasar del 4,2% al 6,9%. Los sectores industrial, público y de servicios registran en este periodo los mayores niveles de absentismo, entre el 5% y el 6%. Sin embargo, en el sector servicios se ha pasado del 6,6% al 5,1% en estos tres años.
Por otro lado, los resultados económicos de las empresas tienen una correlación con el absentismo, de tal forma que las empresas con pérdidas presentan índices de absentismo mayores . Asimismo, en las empresas más pequeñas la ausencia injustificada ha bajado un 14,55%, pasando de un 5,5% a un 4,7% entre 2007 y 2010, mientras que en las empresas más grandes, por encima de 25.000 empleados, ha crecido al pasar de un 4,5% de media a un 5,1%.
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