A simple vista, todos los IKEA son iguales. Parkings atestados de coches, interminables colas en las cajas para pagar y muebles listos para llevar a casa. Hasta aquí, todo normal. Sin embargo, el de Palma posee algo que lo diferencia del resto. En el interior de uno de sus edificios los sofás, las mesas y el mobiliario de cocina dejan paso a la acción, el entretenimiento y la diversión en un mundo en el que lo irreal cobra vida. Guerreros superdotados, alienígenas futuristas y hasta una escuela de magia unen sus fuerzas con un único objetivo: conquistar al gran público a base de ingenio y creatividad.
Allí se esconde Tragnarion Studios, una empresa mallorquina de videojuegos, el secreto mejor guardado de Ikea Palma. Desde la segunda planta del edificio de muebles de oficina ha logrado sacar ya tres títulos al mercado, el último hace poco más de un mes. Friedrick Alm, hijo de los dueños de la franquicia en Mallorca -una de las tres que hay en España, el resto pertenece a la firma sueca- es el encargado de capitanear la empresa. Para ello cuenta con un capital humano de cerca de 50 personas, seis veces más que en sus comienzos allá por 2003 cuando un grupo de amigos apasionados de los videojuegos decidieron crear la empresa.
Nada más llegar al centro de operaciones de Tragnarion uno toma conciencia a la perfección de dónde está. Grandes pantallas de televisión a modo de banco de pruebas, videoconsolas y numerosos 'gadgets' conviven con decenas de monitores en los que el equipo de la empresa escudriña cada gráfico y cada parte del juego al milímetro para que el resultado final sea perfecto. El ambiente que se respira es de concentración y esfuerzo, mucho esfuerzo para desarrollar una tecnología que "es la que hace avanzar la informática", tal y como asegura Miguel Ángel Carrillo, director de Arte de Tragnarion.
Tres juegos en el mercado
Jean-Philip Rodríguez, director de Márketing de la empresa, echa la vista atrás y habla con orgullo de lo conseguido: "Hemos sacado tres juegos al mercado desde nuestros comienzos". Y no es para menos, comenzaron con "Doodle Hex" un juego de combates mediante hechizos que aprovechaba al máximo las capacidades táctiles de la videoconsola portátil Nintendo DS, siguieron con un juego para I-Phone llamado "Map my mind" y el colofón final -al menos de momento- lo ha supuesto "The Scourge Project", un título que da el salto a la multiplataforma. El mes pasado salió para PC y está previsto que en agosto pase a Xbox y Playstation 3.Este último, "The Scourge Project" es el juego que más esfuerzo y sacrificio ha costado al equipo. "Han sido dos años y medio desarrollándolo, una gran inversión y más de 40 personas trabajando duro en él todo este tiempo", asegura Rodríguez. No obstante, pese a ser el más elaborado y el más costoso de todos, el ojito derecho de Tragnarion es "Doodle Hex", ya que "recibió premios y fue el primero que sacamos como empresa". No obstante, la cosa no queda aquí, "ya estamos trabajando en nuevos proyectos".
Para seguir creciendo, en Tragnarion lo tienen claro, "lo fundamental es que tu producto sea conocido a nivel internacional" , asegura Miguel Ángel Carrillo, quien añade que "hacemos juegos para vender internacionalmente y estar a la altura del mundo, de hecho, asistimos a conferencias en todo el mundo para estar al día". "Nuestro objetivo es estar entre los primeros, sobre todo en calidad y jugabilidad" concluye. Para Carrillo, esta profesión no es fácil, "es un trabajo muy especializado que no se enseña en la universidad, aquí tiene que haber mucha vocación y talento".
El reto es seguir inventando
En Tragnarion Studios son conscientes de las dificultades del mercado y de la alta competencia que existe entre los creadores de videojuegos, por eso lo tienen claro: "Hay que seguir creando e inventando cosas, no podemos quedarnos quietos", afirma Eugenio Vitale, jefe de Estudio de la compañía. El propio Vitale es quien confirma que ya tienen "algo en mente" y eso que sólo ha pasado un mes desde su última creación. "Nos gusta crear nuestros propios juegos", añade.En este sentido, Eugenio Vitale destaca la especial dificultad a la hora de crear un videojuego: "Lo normal es que transcurran más de 2 años desde que se idea el juego hasta que está en el mercado". A su juicio, existen dos formas de concebir un nuevo título: que exista una exigencia de mercado o bien que surja una idea original y se lleve a la práctica. Tras la idea, llega el correspondiente estudio de márketing y muchas horas de trabajo, esfuerzo y dedicación hasta que el juego pueda ver la luz y el consumidor, disfrutarlo.
No obstante, la empresa no se la juega, y antes de sacar el producto al mercado trata de asegurarse de que vaya a funcionar. Para ello, lo prueban con público objetivo que les sirve de orientación para saber si van bien o mal encaminados.
La opinión del cliente, lo más importante
Si hay algo en lo que todos los responsables de Tragnarion Studios están de acuerdo es que uno puede hacer un gran producto y haberle dedicado un gran esfuerzo, pero si no cuenta con el respaldo del cliente, no sirve de nada. En este sentido, el director de Juegos de la compañía, Omar Salleh, apunta que "la opinión del cliente final es lo más importante".Salleh considera que la tecnología de los videojuegos es "muy complicada, la competencia es muy fuerte y es muy difícil" pero se muestra convencido de que "merece la pena, para mi es difícil imaginarme en otro tipo de trabajo". "Aunque los inicios fueron muy difíciles y había mucho que aprender, ahora cada día hay algo nuevo, la rutina no existe en este trabajo", añade.
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