La producción de la nueva película basada en la serie Mortal Kombat se ha detenido debido a una disputa legal entre la productora Warner Bros y Threshold Entertainment. Threshold había llegado en los '90 a un acuerdo con Midway, desarrolladora de la serie de videojuegos, para lanzar varios productos relacionados con la saga, incluyendo las dos películas estrenadas hasta el momento, acuerdo que se renegoció en 2006 con el objetivo de producir un nuevo film.
Tras la bancarrota de Midway, Warner Bros compró los derechos de algunos de sus juegos y no ha contado con Threshold en la producción de la tercera película, motivo por el cual esta ha demandado a la Warner. Por el momento, Warner Bros se ha limitado a comunicar que no hará comentarios al respecto.
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