La situación del grupo bancario estadounidense CIT volvió a hacer sonar las alarmas de que la crisis financiera sigue estando vigente. Tras intensas conversaciones durante el fin de semana, el CIT recibió un crédito de rescate de US$3.000 millones. Pero no fue un crédito gubernamental, sino privado.
Si bien este banco con sede en Nueva York no está considerado entre las entidades más grandes de Estados Unidos, es el prestamista de cerca de un millón de pequeñas y medianas empresas en todo el país.
No obstante, el gobierno de Barack Obama rechazó incluirlo en el plan de rescate que ha sacado de apuros a Citigroup o Goldman Sachs, entre otros.
El especialista en asuntos financieros de la BBC, Greg Wood, dijo que durante toda la semana pasada CIT estuvo negociando con autoridades federales la posibilidad de recibir ayudas del gobierno.
Pero el departamento del Tesoro Público de EE.UU. informó que el gobierno necesitaba "mantener el umbral alto" para ayudas excepcionales a compañías individuales.
Es por esto que CIT acudió a sus tenedores de bonos. En particular a los seis principales, que incluye a Pacific Investment Management Co., Oaktree Capital, Silver Point Capital o Centerbridge Partner.
Éstos acordaron inyectar US$3.000 millones en fondos entre otras acciones para fortalecer la posición financiera del grupo en apuros, según informó el Wall Street Journal.
El diario estadounidense explicó además que estos seis bancos se quedarán con una porción de las deudas, la cual no ha sido dividida en partes iguales entre los inversionistas.
"Condiciones desesperadas"
Por su parte Wood considera que si lo que se quiere son evidencias de las "condiciones desesperadas que todavía prevalecen en algunas partes del sector bancario, hay que considerar el caso del grupo CIT".
La semana pasada las acciones de CIT se derrumbaron tras las advertencias de analistas sobre un posible colapso del grupo.
Las agencias de clasificación crediticia Fitch y Moody's degradaron a CIT, después de que anunciaron que era poco probable que la entidad recibiera subsidio del Estado.
Si bien la ayuda que CIT recibirá ahora de sus inversionistas sacará al grupo de apuros, analistas estadounidenses consideran que la medida no lo salvará de la bancarrota.
Una predicción que, de ser cierta, sumaría a CIT a la lista de las compañías financieras estadounidenses, como Lehman Brothers y Washington Mutual, que se han derrumbado desde que se acelerara la crisis crediticia en septiembre pasado.
No obstante, expertos indican que el fracaso de CIT no tendrá el mismo impacto.
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