Muchos diabéticos en Estados Unidos arriesgan su vida reduciendo o eliminando los tratamientos de la enfermedad a medida que van perdiendo ingresos y seguro médico ante la recesión, la peor en más de 70 años, determinó un análisis de The Associated Press.
Debido al impacto de la crisis, muchos diabéticos han cancelado visitas al médico, el uso de insulina, medicinas y exámenes de contenido de azúcar.
Los médicos han visto una reducción en las citas regulares con pacientes de diabetes y muchos cesan directamente de acudir a los consultorios. Gran cantidad de pacientes buscan cuidado de organizaciones de caridad o ayuda subsidiada por impuestos, pero algunos terminan con más frecuencia en salas de emergencia, según dijeron en entrevistas pacientes y médicos.
Las ventas de drogas de gran venta y de otros productos usados para tratar y supervisar la enfermedad han caído desde que la crisis económica se aceleró en el último trimestre de 2008, determinó una investigación de la AP.
Hay señales de que algunos pacientes eligen las inyecciones de insulina más barata, en lugar de otras más costosas, a fin de ahorrar dinero. No se ha determinado si la insulina más barata es menos eficaz que la cara.
Personas con otros problemas de salud también están reduciendo sus visitas al médico y la atención de su salud ante la recesión, pero los diabéticos que no se someten a examenes cuidadosos por la posibilidad de tener la enfermedad se arriesgan a complicaciones graves. Eso incluye amputaciones de las piernas, pérdida de visión, ataques de apoplejía y la muerte.
Por otro lado, los tratamientos de la diabetes en Estados Unidos son muy costosos. La cuenta mensual de gastos para un norteamericano que sufre de diabetes va de 350 a 900 dólares si carece de seguro médico y la atención de emergencia y la hospitalización corta supera fácilmente los 10.000 dólares. Por supuesto, si la hospitalización se prolonga es muchísimo más cara.
El doctor Steven Edelman, un endocrinólogo de la Universidad de California en San Diego, quien atiende una clínica gratuita que tiene como personal a estudiantes de medicina no graduados, ha visto un incremento de un 30% en los pacientes durante los últimos seis meses.
Esos pacientes tratan de obtener medicinas gratis. Muchos pertenecen a la clase media, pero la recesión les arrebató sus empleos, sus seguros y en muchos casos sus viviendas.
"Entre un tercio y la mitad de esos pacientes dejaron de usar remedios", dijo Edelman, quien también fundó el grupo "Tome control de su diabetes".
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