Fuente: La Vanguardia.
Volkswagen está registrando este mes un récord de ventas: 120.000 coches vendidos en febrero, lo nunca visto. En el contexto de la mayor caída de ventas registrada por el sector europeo del automóvil en veinte años (27%), la paradoja del gigante automovilístico alemán está directamente ligada a las medidas del gobierno para estimular la compra de coches nuevos.
Un 80% de los compradores previstos para febrero se han acogido al descuento de 2500 euros establecido por el gobierno para aquellos que renueven su coche, cuando éste tenga más de nueve años de antigüedad.
La medida, que forma parte del paquete de ayuda estatal contra la crisis, está beneficiando, sobre todo, a la compra de coches pequeños, los modelos "Fox" y "Polo", lo que afecta también a Opel, principal enfermo del sector. Opel se ha desdicho ésta semana de sus planes de acortar o interrumpir parcialmente la jornada laboral para atender a la demanda de su modelo "Corsa", cuyos pedidos han aumentado a causa de la prima de los 2500 euros.
La estabilidad de precios y los estímulos gubernamentales están haciendo subir los indicadores de consumo en Alemania, señala un estudio de la Sociedad de Investigación del Consumo (Gfk) divulgado el jueves. "Los consumidores perciben la crisis a través de los medios de comunicación pero aun no están afectados personalmente por ella", dice el jefe de Gfk, Klaus Wübbenhorst.
Mientras tanto, el gobierno alemán sigue pensando qué hacer con Opel, cuya situación, particularmente delicada por el vínculo con General Motors (GM), exige una millonaria inyección de dinero estatal. El Ministro de transportes Wolfgang Tiefensee se ha declarado a favor de que los estados federados (Länder) que albergan fábricas de Opel (Renania del Norte-Wetfalia, Renania-Palatinado, Turingia y Hesse) participen en la operación de entrada de capital estatal en la empresa. Más de 15.000 trabajadores de Opel se manifestaron el jueves en la ciudad fabril de Ruesselheim, cerca de Francfort, exigiendo que no se cierre ninguna fábrica de la compañía. Con toda una serie de elecciones por delante, incluidas las generales de septiembre, el tema de Opel es particularmente sensible. El vicecanciller alemán, Frank-Walter Steinmeier, número uno del SPD, participó en la manifestación.
Opel presentará el lunes el plan de supervivencia que el gobierno alemán le exigió como condición previa a cualquier discusión sobre ayudadas estatales. Carl-Peter Forster, director de General Motors Europa, declaró ayer que la empresa necesita 3300 millones de euros y separarse, por lo menos parcialmente, de GM para ser viable.
Volkswagen, que no fabrica los modelos "Fox" y "Polo" en Alemania, anunció el lunes que paraba cinco días su producción. La medida afecta a 60.000 de los 90.000 trabajadores de VW en Alemania, y para algunas fábricas es la primera vez que se recurre a ella en 25 años. Su fábrica de Bratislava, Eslovaquia, retomó esta semana la producción, tras ocho días de parón. "Los recortes en la jornada de trabajo significan que el paro aun no ha llegado de verdad", dice Wübbenhorst.
Otro gran recurso de Volskwagen es el mercado chino, donde, según se anunció ayer, se espera doblar las ventas entre 2009 y 2018. La estrategia será modernizar por lo menos cuatro modelos por año en los próximos diez, y doblar el número de concesionarios. Volkswagen vendió el año pasado en el mundo 6,23 millones de coches, un 0,6% más que en 2007. El grueso del crecimiento se debe al mercado chino.
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