El gran aporte de esta investigación es que Fritz es la primera persona con paraplejia debido a una lesión de la médula espinal que es capaz de caminar sin depender de extremidades robóticas controladas manualmente ya que se ha revelado que es posible utilizar el control cerebral directo para conseguir que las piernas anden de nuevo.
Los autores, expertos del departamento de Neurología e Ingeniería biomédica de la Universidad de California, han conseguido que Adam Fritz caminara por una superficie de 3,66 m usando un sistema basado en el electroencefalograma, una prueba que se usa para estudiar el funcionamiento del sistema nervioso central.
"Incluso después de años de parálisis cerebral, aún se pueden generar ondas cerebrales potentes que sean aprovechadas para caminar de forma básica. Este sistema no invasivo para la estimulación muscular de la pierna es prometedor y un adelanto con respecto a los sistemas cerebrales actuales que utilizan realidad virtual o un exoesqueleto robótico", explica An Do, uno de los principales investigadores involucrados en el estudio.
Entrenamiento físico y mental
El paciente tuvo que someterse a un entrenamiento mental para reactivar la capacidad de caminar del cerebro que consistía en controlar un avatar en un entorno de realidad virtual portando un gorro con electrodos que permiten leer las ondas cerebrales. El siguiente paso fue un entrenamiento físico que permitió reacondicionar y fortalecer los músculos de las piernas.Cuando el entrenamiento físico y mental estuvo completado Adam Fritz practicó suspendido a 5 cm del suelo para evitar que tuviera que apoyarse y ya, en su vigésima visita, tradujo estas habilidades para caminar sobre el suelo con un sistema de apoyo del peso de su cuerpo para evitar caídas.
El periodo de pruebas duró otras 19 semanas que permitieron que Fritz tuviera mayor control de sus piernas. Los autores de este trabajo necesitan más estudios para determinar si estos resultados pueden ser extrapolables a una muestra mayor de personas con paraplejia.
"Una vez que hemos confirmado la utilidad de este sistema no invasivo, podemos dar el paso a medios invasivos, como implantes cerebrales. Esperamos que un implante pueda lograr un mayor nivel de control de la prótesis ya que las ondas cerebrales se registran con mayor calidad. Además, un implante de este tipo podría ofrecer al cerebro del usuario la sensación de sentir sus piernas", concluye Zoran Nenadic, investigador principal del estudio.
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