Estamos
a punto de vivir el desmoronamiento de otra de las barreras que
permiten diferenciar entre ordenadores y dispositivos móviles. Equipos
portátiles y de sobremesa aún ofrecen una mayor potencia que smartphones
y tablets pero la próxima generación de procesadores de Intel, Skylake,
podría estrechar esa brecha como nunca antes.
El lanzamiento de la sexta generación de procesadores Core de Intel, bautizados como Skylake,
recibe el calificativo habitual en estos casos: “los mejores
procesadores que hemos hecho nunca”, pero la relevancia de la verdad
tras esa afirmación es que en esta ocasión podría suponer si no el
desmoronamiento al menos que se tambalee la barrera entre
ordenadores/portátiles y móviles/tablets, especialmente estos últimos.
Conviene aquí mencionar dispositivos como Microsoft Surface Pro y
Apple iPad Pro, tablets en la forma y ordenadores en el fondo. De forma
mucho más explícita el primero puesto que realmente tiene la
arquitectura que podría ofrecer un ordenador portátil encerrada en un
cuerpo de tablet, mientras que el segundo trata de aprovechar al máximo
la arquitectura propia del tablet. El mar de fondo es, como decimos, la
aproximación del tablet al ordenador, algo que en la forma ya es una
realidad pero a lo que faltaría aplicar la sustancia del último bastión
que le quedaba al ordenador: la potencia. Y ahí es donde los
procesadores Skylake de Intel marcan la diferencia. O establecen la
igualdad, por hablar de forma más apropiada.
Intel afirma que los procesadores Slylake ofrecen 2,5 veces
más velocidad y tres veces más autonomía con 30 (treinta) veces mejor
rendimiento en el apartado gráfico que el ordenador medio de tipo PC de
hasta 5 años de antigüedad. Y toda esa potencia la tendremos embutida en el tamaño de un tablet.
Esta evolución también permitirá evitar sobrecalentamientos que
requerirán a su vez de menor implementación de mecanismos de
refrigeración, con lo que la reducción de tamaño que puede experimentar
el dispositivo será más que notable. La conclusión es que en poco tiempo
esa barrera ordenador-tablet habrá caído por la sencilla razón de que
el PC podrá “caber” en el tamaño de un tablet. Casi podrá decirse que se
producirá el encuentro entre ambos.
Como explica Patrick Moorhead, uno de los principales analistas de Moor Insights & Strategy, “se trata de tomar la parte buena de smartphone y tablet y añadirle los beneficios de un PC“. La conclusión es tamaño reducido y potencia aumentada, una ecuación invencible.
Moorhead continúa explicando que “si Intel, Microsoft, HO, Lenovo,
Dell… pueden aunar sus esfuerzos conseguirán revivir el mercado del PC”.
Podría añadirse que con la consecuencia de convertirlos en tablets.
Quizá el conservadurismo generalizado de la industria del PC es la
mayor causante del inmovilismo en cuanto a diseño que ha bloqueado las
posibilidades de resultar competitivos en un momento en el que la
atención del consumidor se ha volcado con los dispositivos móviles, y será ahora con los nuevos procesadores Intel cuando la creatividad pueda comenzar a desperezarse en ese sector.
En ese sentido conviene recordar que distintos análisis demuestran que
el mercado mundial de los tablets está comenzando su declive de modo que
es el momento idóneo para tomar el relevo y, una vez desmoronada esa
barrera que hasta ahora existe entre tablet y PC, permitir que
la gran potencia en reducido tamaño tome la delantera y el PC de
reducidas dimensiones con pantalla incorporada se convierta en el nuevo
tablet.
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