Buscar

2013/09/07

Ligar por Internet: adiós al cortejo tradicional para encontrar pareja

Conocer a alguien en un bar o una discoteca, tontear con una compañera de clase, echarle el ojo al más atractivo de la oficina, descubrir a personas interesantes a través de amigos y amigos de amigos... Aún hay quien recurre a las viejas tácticas para ligar, pero es innegable que el progreso tecnológico ha llevado el ligoteo a un nuevo nivel, un nivel 2.0.

Con la popularización de Internet, ese instinto primario del ser humano que es el cortejo encontró nuevas vías de expansión. Al principio fue en los foros y sobre todo en los chats, que aún tienen su público. Tímidos que buscaban conocer gente evitando el tener que romper el hielo cara a cara, conversaciones interminables hasta altas horas de la madrugada, perfiles falsos, citas que nunca llegaban a concretarse...
El constante crecimiento del universo online ha ido abriendo más y más puertas a las relaciones personales, múltiples nuevas formas de comunicación: la mensajería instantánea, en la que Messenger era el rey; las videollamadas, con Skype a la cabeza; las redes sociales y, por supuesto, las páginas web de contactos. Incluso los videojuegos que permiten conectarse a Internet sirven a menudo de escenario para inesperados romances.

Hay quien liga a través de Twitter, hay quien lo intenta a través de los comentarios de las noticias de diarios online, otros tontean a través de Facebook y no son pocas las parejas que se han formado gracias a World of Warcraft y juegos similares. ¡Hay incluso quien usa el chat de Apalabrados para concer gente! El deseo amoroso y el impulso sexual aprovechan cualquier resquicio para extender su influjo, e Internet tiene muchos.

El boom de las tecnologías móviles ha supuesto un nuevo punto de inflexión en las técnicas para ligar y la búsqueda de pareja. En los últimos años, han surgido multitud de aplicaciones diseñadas para conocer gente a través del smartphone. ¿La clave de su éxito? Casi todas aprovechan la geolocalización para indicar al usuario los ligues potenciales que se encuentran cerca.

"La tecnología ha conllevado un cambio significativo a la hora de establecer relaciones, de comunicarse", asegura el psicólogo José Antonio Molina del Peral. "La gente recurre a una serie de redes en las cuales se evita el cara a cara, se ahorra el cortejo tradicional. Es fácil e inmediato. Puedes estar en casa, sin vestirte, sin arreglar... y sin embargo estás ligando, a través de Internet, evitando por ejemplo la vergüenza de acercarte a alguien en un bar. Podríamos decir que te hace el trabajo sucio", explica.

"Estos hábitos son consecuencia de una realidad cambiante. En exceso, como todo, puede ser negativo y acabar produciendo déficit de interacción social, pero como vehículos de apoyo a las relaciones en principio no presenta ningún problema. Habrá quien lo vea como algo malo, pero también hubo un tiempo en que se miraban con recelo avances como el teléfono", añade Molina.
Tres historias de amor en red

Amor de nivel 90

Los videojuegos online se han destapado como escenarios ideales para conocer a personas con gustos afines. De ellos salen no pocas parejas. Fue en World of Warcraft donde Irene conoció a su marido.
"Cuando empecé a jugar no tenía ni idea de que en este juego hubiese tanta gente y tan diferente: muchas chicas, niños, adultos, incluso familias... Y tampoco sabía que el factor social fuese tan importante. Yo era una elfa druida y entré en una guild —una hermandad— en la que conocí a un montón de gente. A los dos meses de empezar el juego ya tenía un montón de amigos. Entre ellos había uno con el que cada día hablaba más. Conversaciones largas, sobre mil temas, no sólo sobre el WoW. Era un enano guerrero. Hacíamos una pareja un poco extraña, pero a los seis meses ya nos estábamos casando en una boda virtual súper chula. Todavía pasaron unos cuantos meses hasta que nos desvirtualizamos. Dos años después volvimos a casarnos, esta vez en la vida real. A día de hoy, mi marido y yo todavía nos conectamos al juego de vez en cuando."

De ligue móvil en ligue móvil

Las aplicaciones móviles para conocer gente tienen un especial éxito entre el público homosexual, donde se han convertido en una herramienta de uso frecuente para conseguir citas. Jesús encontró a su actual pareja gracias a una de ellas.
"Comencé a usar el Grindr por curiosidad y luego como un juego. No voy a mentir, las primeras veces que quedé con chicos por ahí sólo hubo sexo, pero después acabé encontrando unos cuantos amigos y alguna relación algo más larga. Después también probé algunas otras aplicaciones, como el Bender o el Manhunt. Cuesta encontrar gente que merezca la pena, pero también cuesta cuando intentas ligar en persona, así que en realidad no hay mucha diferencia. Yo he tenido suerte, hace un año y medio conocí a Raúl gracias a una de esas apps. Conectamos en seguida, es un tío estupendo. Quedamos una segunda vez, una tercera, una cuarta... Supongo que ahora mismo podría decir que es mi novio... y espero que lo siga siendo durante mucho tiempo más."

Rastreando las redes sociales

Incluso en las formas de ligoteo más tradicionales, las nuevas tecnologías juegan a menudo un papel esencial, como en el caso de Nicolás, que le debe a las redes sociales haber conocido a su novia actual.
"Yo estaba en Madrid y ella en Asturias, pero un fin de semana que fui para allá la conocí en un bar. Nos caímos muy bien, hubo buen feeling. Pero su amiga se encontraba mal y se fueron sin que nos diera tiempo a intercambiar los números de móvil. Días después, estando ocioso en casa, decidí buscarla a través de Facebook. Su nombre era muy común —Ana—, por lo que, en vez de buscarla directamente a ella, busqué a su amiga Itziar. No hay muchas Itziar en Gijón, así que fui perfil por perfil mirando sus listas de amigos. Di con la Itziar que buscaba y así encontré a Ana. Le envié un mensaje diciendo que me gustaba y que no pensase que soy un psicópata. Después llegó el Whatsapp, las llamadas... Ya llevamos varios años juntos."
'Apps' al servicio de Eros y Afrodita

Badoo: La popular página de contactos —cuenta con unos 180 millones de usuarios registrados en todo el mundo— posee su propia aplicación móvil, que detecta mediante geolocalización a otras personas interesadas en conocer gente. Esta app, útil tanto para heterosexuales como para homosexuales, permite puntuar fotografías y buscar afinidades mediante una especie de juego denominado "Encuentros". Ordenada, intuitiva y con multitud de opciones, es una buena herramienta para hacer amistades, encontrar a personas con intereses comunes o conseguir citas.

Meetic: Otra de las webs de contactos más conocidas. Una de sus grandes bazas es su elevado número de usuarios registrados, más de 42 millones de 12 países diferentes. La aplicación traslada las funciones de la versión web de la página de contactos a los dispositivos moviles añadiéndoles el plus de la geolocalización. Como sucede con la mayoría de las apps de este tipo, ofrece una serie de servicios básicos de forma gratuita pero se ha de pagar para acceder a los más avanzados.

Grindr: La aplicación de contactos más popular entre los gays, probablemente por ser la primera que aprovechó con tino las posibilidades de la geolocalización. Muy sencilla. Sólo funciona en inglés y, a día de hoy, ya cuenta con abundante competencia en el área de apps pensadas para hombres homosexuales: Bender, Manhunt, Gaydar, Growler, Scruff, PlanetRomeo... El éxito de Grindr hizo que sus creadores desarrollasen una versión para heterosexuales llamada Blendr.

Brenda: Uno de los intentos más claros de popularizar una app de contactos para lesbianas, que no logran alcanzar el mismo éxito que las de chicos. Desarrollada por los creadores de Bender, esta aplicación ofrece los mismos servicios que su equivalente para gays: geolocalización de usuarios y posibilidad de chatear, todo a través de una sencilla interfaz. Otras apps para mujeres homosexuales son Lcontactos, PinkSofa y Lesbian Dating, aunque ninguna ha alcanzado la popularidad de las apps genéricas que ofrecen servicios tanto a público heterosexual como homosexual.

Tastebuds y Fellody: Una original propuesta de Spotify en forma de dos apps diferentes aunque complementarias pensadas para conocer gente a partir de sus gustos musicales. Tastebuds ayuda al usuario a establecer contacto con personas a las que les gustan artistas que él ha escuchado o que tiene en sus listas de reproducción. Por otro lado, Fellody muestra un porcentaje de afinidad con otros usuarios, lo que hace más sencillo encontrar personas afines.

StreetMatching: Para los flechazos ocasionales que se quedaron en nada. Esta aplicación, hermana móvil de la página web homónima, ayuda a los usuarios a buscar a aquella persona anónima con la que se cruzaron en la calle, en una cafetería o en una tienda y con la que, a pesar de sentir atracción, no llegaron a hablar. La víctima de Cupido debe indicar cuándo y dónde se produjo el flechazo y añadir una fotografía con la esperanza de que su amor fugaz la vea y le reconozca.

Entre las innumerables aplicaciones ideadas para conocer gente también destacan Miumeet, eDarling, Parship, Tinder y Skout.

No hay comentarios: