Facebook sabe muchísimo de cada uno de sus usuarios: quiénes son sus
amigos, familiares, los sitios a los que va, los productos que adora,
los libros que lee o las películas que ve. Se declara abiertamente,
forma parte del juego. Ahora quiere reconocer también a cada uno de sus
clientes.
En el nuevo documento con las normas de privacidad se
explica qué podrá hacer la empresa con las fotos de perfil. Según esta
propuesta Facebook podrá analizar la imagen de perfil y usarlo para
sugerir etiquetas en otras fotos de la misma persona. La novedad estriba
en que la sugerencia de etiquetas hasta ahora solo se hacía basándose
en fotos que ya tuvieran la etiqueta pero nunca tomando como modelo la
imagen de perfil -la principal de cada miembro, que aparece junto a su
nombre en cada una de sus acciones- que no tiene por qué tener una
etiqueta.
De este modo, Facebook se reafirma en su interés por el
reconocimiento facial. A mediados de junio compró la empresa face.com,
por 75 millones de euros. La nueva adquisición se especializa en buscar
afinidad entre caras que funcionaba como un complemento del propio
Facebook para automatizar el etiquetado de amigos. Hasta ahora se asumía
que sugirieran otras fotos similares, pero no que lo vayan a
automatizar. En el documento no dejan claro si se podrá desactivar esta
opción.
Otro punto pendiente de aclarar es cómo usará la empresa
los datos personales de cada miembro de la red con los anunciantes. Se
limitan a zanjarlo con un “habrá más explicación”. Hasta ahora
necesitaban el permiso explícito para poner datos de un usuario en sus
anuncios. El pasado lunes tuvieron que enfrentarse a un proceso judicial
en el que se les pedían 15 millones de euros (20 millones de dólares),
aunque inicialmente eran más de 110 (145 de dólares), por infringir esta
norma en sus “historias patrocinadas”, un formato publicitario que se
presenta de manera muy similar al contenido generado por el usuario
cuyos fines son comerciales.
La demanda colectiva presentada en
los juzgados de California argumentaba que los usuarios habían dado a
“me gusta” en una página de un producto y después vieron como se
publicitaba esa acción sin su consentimiento. Desde el lanzamiento de
este formato publicitario, hace 19 meses, Facebook se ha embolsado más
de 176 millones de euros (234 millones de dólares) con este soporte.
El
año pasado, antes de la implantar cambios, la red social hizo una
encuesta que solo sería vinculante si votaba más del 15% de sus
usuarios. Por entonces superaba 800 millones de usuarios. Ahora van por
1.100, pero se han ahorrado el maquillaje democrático. Se han quedado en
una encuesta para que los que se sienten incómodos con las medidas lo
indiquen durante los próximos siete días. En consecuencia, el próximo
viernes se harán efectivos los cambios.
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