Los reguladores estadounidenses anunciaron este martes que investigarán el desembarco de Facebook en Wall Street.
El motivo es el anuncio de que un influyente analista de Morgan Stanley
rebajó sus previsiones sobre la empresa mientras los responsables de su
entidad invitaban a comprar sus acciones a precio de oro.
La noticia provocó cierto estupor entre los inversores y alertó a las autoridades financieras, que hasta ahora se habían abstenido de intervenir en los problemas que han salpicado la salida a Bolsa de la red social. Mary Shapiro, responsable del regulador bursátil (SEC), fue inequívoca este martes a la salida de una audiencia en el Capitolio: "Hay muchas razones para confiar en nuestros mercados y en la integridad con la que operan, pero hay asuntos que debemos examinar en detalle con respecto a Facebook".
En términos muy similares se pronunció Rick Ketchum, presidente del regulador financiero (FINRA), que advirtió que su organismo indagará en los problemas que han rodeado a la llegada de la empresa a Wall Street. "Si las acusaciones son ciertas", dijo Ketchum, "son un asunto relevante para el regulador".
Esta vez las acciones de Facebook tenían un motivo extra para caer. La agencia Reuters había desvelado que un influyente analista de Morgan Stanley redujo sus previsiones sobre la red social justo antes de su salida a Bolsa. El autor del informe se llama Scott Devitt y es el analista de consumo de Internet del banco de inversión. Lo de menos son sus recelos sobre Facebook, que comparten muchos otros expertos del sector. Lo importante es que está en nómina de la entidad financiera que lideró el desembarco bursátil de la red social.
El analista Devitt envió su informe a varias firmas financieras mientras los responsables de su entidad se reunían con inversores para convencerles de que merecía la pena comprar acciones en la jornada de su debut. Los expertos creen que la disonancia entre el informe de Devitt y los intereses del banco influyó en el desplome de la compañía de Mark Zuckerberg en Wall Street.
Al contrario que Google, Facebook desembarcó en el mercado de valores de la mano de un puñado de bancos de inversión. Las entidades financieras acordaron cobrar una comisión menor que en otras ocasiones a cambio de entrar en una oferta de acciones que prometía despegar en las primeras horas sobre el parqué.
El papel de entidades como Morgan Stanley era potenciar la credibilidad de Facebook exponiendo las virtudes de la empresa. Por eso sorprendió aún más si cabe el informe de Devitt y por eso tuvo un impacto mayor entre los inversores, que han preferido esperar a que los títulos de la empresa toquen fondo antes de volver a comprar.
Devitt publicó su informe justo antes de que Facebook y los bancos (incluido Morgan Stanley) acordaran poner a la venta 60 millones de acciones más de las previstas y elevaran su precio hasta los 38 dólares: 13 dólares más de los 25 que habían llegado a barajar como precio inicial. Las entidades aceptaron pensando en que la demanda de acciones sería mayor y permitiría una subida inaugural en torno al 10% o el 15%. El desplome de esta semana es la prueba de que los bancos pecaron de optimismo y hace presagiar que la acción seguirá deslizándose en los próximos días.
Algunos expertos predicen que las acciones de la red social cerrarán la semana entre los 20 y los 30 dólares. Un augurio que ha desatado un aluvión de críticas hacia las 33 entidades financieras que gestionaron la salida a Bolsa. Entre otras cosas porque aceptaron cambios de última hora que tuvieron cierta influencia en el éxito de la operación.
El descenso suscita más dudas sobre el modelo de negocio de la empresa. Al cierre de la sesión del lunes, la red social valía en Bolsa 59 veces más que los beneficios que prevé lograr en los próximos 12 meses. Una cifra que indica sus problemas para hacer dinero con los datos de sus usuarios y que se antoja inquietante si uno la compara con las de otras empresas tecnológicas. Google apenas vale 14 veces más que sus beneficios. Apple, tan sólo 11 y Microsoft, 10.
La noticia provocó cierto estupor entre los inversores y alertó a las autoridades financieras, que hasta ahora se habían abstenido de intervenir en los problemas que han salpicado la salida a Bolsa de la red social. Mary Shapiro, responsable del regulador bursátil (SEC), fue inequívoca este martes a la salida de una audiencia en el Capitolio: "Hay muchas razones para confiar en nuestros mercados y en la integridad con la que operan, pero hay asuntos que debemos examinar en detalle con respecto a Facebook".
En términos muy similares se pronunció Rick Ketchum, presidente del regulador financiero (FINRA), que advirtió que su organismo indagará en los problemas que han rodeado a la llegada de la empresa a Wall Street. "Si las acusaciones son ciertas", dijo Ketchum, "son un asunto relevante para el regulador".
Desplome en Wall Street
Facebook acentuó este martes su desplome bursátil y sus acciones se deslizaron por debajo de los 31 dólares en los primeros minutos de la sesión. Una cifra que supone una rebaja de siete dólares y casi un 20% con relación a su precio inicial.Esta vez las acciones de Facebook tenían un motivo extra para caer. La agencia Reuters había desvelado que un influyente analista de Morgan Stanley redujo sus previsiones sobre la red social justo antes de su salida a Bolsa. El autor del informe se llama Scott Devitt y es el analista de consumo de Internet del banco de inversión. Lo de menos son sus recelos sobre Facebook, que comparten muchos otros expertos del sector. Lo importante es que está en nómina de la entidad financiera que lideró el desembarco bursátil de la red social.
El analista Devitt envió su informe a varias firmas financieras mientras los responsables de su entidad se reunían con inversores para convencerles de que merecía la pena comprar acciones en la jornada de su debut. Los expertos creen que la disonancia entre el informe de Devitt y los intereses del banco influyó en el desplome de la compañía de Mark Zuckerberg en Wall Street.
Al contrario que Google, Facebook desembarcó en el mercado de valores de la mano de un puñado de bancos de inversión. Las entidades financieras acordaron cobrar una comisión menor que en otras ocasiones a cambio de entrar en una oferta de acciones que prometía despegar en las primeras horas sobre el parqué.
El papel de entidades como Morgan Stanley era potenciar la credibilidad de Facebook exponiendo las virtudes de la empresa. Por eso sorprendió aún más si cabe el informe de Devitt y por eso tuvo un impacto mayor entre los inversores, que han preferido esperar a que los títulos de la empresa toquen fondo antes de volver a comprar.
La previsión de Devitt
Por ahora, los pronósticos de Devitt no se han hecho públicos. Pero quienes los han visto dicen que augura una reducción significativa de los beneficios de Facebook en este trimestre y una rebaja de los beneficios durante 2012. Los expertos dicen que las entidades colocadoras no suelen emitir ese tipo de informes en los prolegómenos de una oferta de acciones. Nadie sabe a ciencia cierta qué firmas financieras recibieron el informe de la entidad.Devitt publicó su informe justo antes de que Facebook y los bancos (incluido Morgan Stanley) acordaran poner a la venta 60 millones de acciones más de las previstas y elevaran su precio hasta los 38 dólares: 13 dólares más de los 25 que habían llegado a barajar como precio inicial. Las entidades aceptaron pensando en que la demanda de acciones sería mayor y permitiría una subida inaugural en torno al 10% o el 15%. El desplome de esta semana es la prueba de que los bancos pecaron de optimismo y hace presagiar que la acción seguirá deslizándose en los próximos días.
Algunos expertos predicen que las acciones de la red social cerrarán la semana entre los 20 y los 30 dólares. Un augurio que ha desatado un aluvión de críticas hacia las 33 entidades financieras que gestionaron la salida a Bolsa. Entre otras cosas porque aceptaron cambios de última hora que tuvieron cierta influencia en el éxito de la operación.
El descenso suscita más dudas sobre el modelo de negocio de la empresa. Al cierre de la sesión del lunes, la red social valía en Bolsa 59 veces más que los beneficios que prevé lograr en los próximos 12 meses. Una cifra que indica sus problemas para hacer dinero con los datos de sus usuarios y que se antoja inquietante si uno la compara con las de otras empresas tecnológicas. Google apenas vale 14 veces más que sus beneficios. Apple, tan sólo 11 y Microsoft, 10.
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