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2011/11/16

Tecnócratas al rescate de aquello que los políticos no pueden salvar

Adiós, Silvio Berlusconi y Yorgos Papandreu. Hola, Mario Monti y Lucas Papademos.
Los tecnócratas han acudido al rescate de Grecia e Italia, luego de que los primeros ministros de ambos países salieran por la puerta de atrás.

Ahora en la escena están dos hombres sabios, que aunque no fueron elegidos por el electorado, tienen currículos brillantes.
Sin embargo, ello plantea una pregunta: ¿es posible que los expertos en economía puedan realmente resolver los problemas que ya han arruinado notables carreras políticas?
Mientras se desempeñó como comisario europeo de competencia, el economista Monti mostró su temple al tomar acciones en contra de la gigante informática Microsoft. Lucas Papademos, por su parte, fue vicepresidente del Banco Central Europeo.
Ambos hombres ahora tienen la tarea de salvar a estos dos países y, en un marco más amplio, a la eurozona.

Sabiduría y ya

Lo que no se sabe a ciencia cierta es si la sabiduría será suficiente para rescatar a países sumidos en problemas económicos.
Lo que los tecnócratas pueden hacer es superar el paralizante rencor político que existe en estos dos países, dijo Marco Incerti, del Centro de Estudios de Política Europea en Bruselas.

"El espectro político está tan fragmentado y la conversación política tan exacerbada que, en una situación de crisis, los mercados y los socios internacionales de ambos países están en la búsqueda de respuestas determinadas y concertadas que no pueden ser proporcionadas por las figuras políticas".
Pero los tecnócratas -por su reputación, competencia y experiencia- pueden convencer a los mercados y líderes de la eurozona de que representan el cambio, asegura Incerti. Las medidas que ellos necesitan poner en práctica son tan duras que no lograrían obtener el apoyo que necesitan para ser introducidas por algún político.
Otra ventaja es la rapidez con la que pueden ponerse manos a la obra, explica Incerti, cuando se necesita una acción que tranquilice a los mercados financieros.
La aprobación democrática constituiría un paso posterior, aunque si en Italia se llevara a cabo una elección mañana, Monti probablemente la ganaría.
Además, estos dos tecnócratas en particular ya son bien conocidos por líderes como Nicolas Sarkozy y Angela Merkel, debido a las instituciones en las que han trabajado.

Tiempos difíciles

El término "tecnocracia" deriva de la palabra griega "tekhne" que significa "habilidad".
Saltó a la fama en 1919 en Estados Unidos, cuando el ingeniero Howard Scott reunió a un grupo de ingenieros que propuso una nueva forma de gestión económica, como una respuesta radical a la Gran Depresión.
Se considera que la Unión Soviética fue el primer gobierno de tecnócratas del mundo, debido a la gran cantidad de ingenieros que pertenecían al Partido Comunista y que rápidamente fueron promovidos durante la industrialización de la década de 1930.
Italia no es ajeno a este fenómeno, pues varios tecnócratas tuvieron la tarea de sacar al país de las crisis económicas de comienzos de la década de los 90.
El primero fue Giuliano Amato, quien se convirtió en primer ministro en 1992 como respuesta a la expulsión de Italia del Sistema Monetario Europeo. En 1995, Lamberto Dini tomó las riendas de la reforma del sistema nacional de pensiones.
"Esos tiempos están grabados en la memoria de la mayoría de los italianos", señaló Incerti, porque fueron tiempos de extrema dureza y problemas económicos.
Para Kevin Featherstone, un profesor de la London School of Economics, hay varias ventajas de que un gobierno tecnócrata dirija en tiempos difíciles.
"Ellos aportan una reputación a la que se puede sacar ventaja, tanto en términos de conocimiento como en poner los intereses nacionales por encima de los intereses políticos del partido".

"También es, en tercer lugar, una señal de la importancia de la crisis. Una muy grave pudiera necesitar que se pongan en práctica diversas acciones políticas".

No a los intelectuales

Pero, según Featherstone, también existen desventajas: más temprano que tarde el proceso democrático debe reiniciarse.
"Los gobiernos tecnócratas pueden funcionar en el corto plazo, pero cuando empiezan a enfrentar las reacciones y el desafío político de haber impuesto duras medidas de austeridad, no poseen la legitimidad de los políticos electos. Es importante saber que se trata de una solución a corto plazo".
No hay ninguna pista que indique que estos dos nombramientos son parte de una tendencia europea más amplia, dice el académico. De hecho puede haber habido períodos en los últimos 10 o 20 años cuando existían más ejemplos de los que hay ahora.
"Los Estados europeos más pequeños han solicitado la ayuda de tecnócratas cuando han tenido dificultades para formar una coalición y una figura sin partido político es parte del acuerdo negociado".

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